Lo de Barbie en los Óscar tiene su gracia. Hay que reconocer que la Academia ha dado ya un importante reconocimiento a la película más taquillera del año pasado. Y no es haber sido nominada a mejor película. El mayor reconocimiento a Barbie no es ese. Qué va. Lo mejor ha sido que ni su directora, Greta Gerwig, ni su protagonista, Margot Robbie, han sido nominadas al Óscar, y sí lo ha sido Ryan Gosling, el actor que hace de Ken. Ese es en el fondo el mayor reconocimiento a Barbie: darle la razón.
Que ni Barbie, ni la creadora de Barbie tengan una nominación pero sí la tenga Ken es el mejor resumen de la película. No sé si en el desaire a Gerwig influye que de los 587 votantes que deciden quién se lleva el Óscar a mejor director, o directora, tres cuartas partes sean hombres. A lo mejor no, y el desaire tiene más que ver con que se trate de una película taquillera que protagoniza un juguete. Y comedia, que de siempre tienen menos prestigio. Da igual.
Greta Gerwig, no ha sido nominada a mejor dirección pero es la primera cineasta en la historia en tener sus tres primeras películas– 'Lady Bird', 'Little Women' y 'Barbie' – nominadas a mejor película. A mejor dirección sí está nominada Justine Triet, la directora de ‘Anatomía de una caída’, que también compite por la Mejor Película. Y ojalá se lo lleve porque es un peliculón. Y que a mejor actriz se lo lleve Sandra Hüller, la protagonista de ‘Anatomía de una caída’, mejor que Margot Robbie. Y a mejor actor, antes por supuesto Bradley Cooper por Maestro que Ken.
Da igual cuántos Óscar se lleve Barbie. El verdadero homenaje ya está hecho al no nominar ni a la directora ni a la protagonista. Al fin y al cabo, es una película sobre cómo en el mundo de Barbie todo es posible para ella, mientras en el mundo real lo tiene todo más difícil.
¿Moraleja?
Que en vez de Barbie sea Ken el nominado a la estatuilla, resume la película de maravilla.