Marta García Aller, sobre Kanye West: "Los límites de la libertad de expresión, puede ser su propia fortuna"
Marta García Aller reflexiona sobre los comentarios antisemitas y racistas del rapero Kanye West, que le están costando la rescisión de sus contratos con ciertas marcas y pérdidas millonarias.
Tiene una injusta buena fama eso de decir lo que uno piensa. Decir lo que uno piensa puede ser una buena idea o una terrible y no dependerá de la honestidad sino de lo que piense cada uno. Por ejemplo, si lo que uno piensa son insultos antisemitas será mejor que se los calle. Vale para cualquier discurso de odio en general.
No fue lo que hizo el rapero Kanye West, que lleva tiempo diciendo barbaridades. Primero le han valido las expulsión de Twitter e Instagram.Y ahora de sus contratos millonarios. Hace unos días presumía de poder decir públicamente cosas contra los judíos y que Adidas no iba a poder echarle.
Ahí Kanye West se equivocaba. El gigante alemán de la ropa deportiva sí ha roto el contrato con la estrella de la música por su repetido discurso de odio antisemita. Él podrá decir lo que quiera, sí, pero las marcas pueden dejar de trabajar con quien les parezca. Aunque le salga caro. Prescindir del cantante le puede costar a Adidas más de 1000 millones de euros en ventas, ya veremos si a Kanye le cuesta también su carrera.
Si el magnate de la música y la moda quería comprobar cuáles son los límites de la libertad de expresión, la respuesta puede ser su propia fortuna. Desde ayer ya no está en la lista de los más ricos de Forbes. En dos semanas está perdiendo muchos contratos por sus comentarios antisemitas y anti negros. West es negro sí, pero ha dicho cosas como que la esclavitud era una elección. También ha cargado contra George Floyd, el negro asesinado por agentes de policía de Minneapolis que dio lugar al movimiento Black Lives Matter.
Y no solo en la moda quieren marcar distancias con su discurso racista. Spotify y Apple Music están recibiendo presiones para dejar de reproducir su música. Kanye West ha superado muchas polémicas, puede que salga también de esta. Muchas empresas confían en que deje de decir lo que piensa y diga que se arrepiente, aunque no lo piense, para poder seguir ganando dinero con él.
¿Moraleja?
Si vas por ahí diciendo barbaridades, no te extrañe que luego te pidan responsabilidades.