Te traigo una buena y una mala noticia sobre la economía europea. La buena es que la prima de riesgo griega ya cotiza al mismo nivel que la francesa. La mala, que la prima de riesgo francesa cotiza al mismo nivel que la griega. Y subiendo. De hecho, a ratos el mercado ya ve más riesgo en prestarle dinero a Francia que a Grecia. Quién nos lo iba a decir en 2012. La inestabilidad económica y política ya no es cosa de los países del sur.
El Gobierno francés está ante el abismo. La extrema derecha y la extrema izquierda van a hacer caer al primer ministro francés en una moción de censura. El pronóstico en Francia es de crisis fiscal profunda y parálisis política prolongada. El colapso del Gobierno asusta a los mercados. Puede que Macron no sobreviva al verano. La incertidumbre y la agitación política podrían prolongarse durante meses. Y para las próximas elecciones, Le Pen es la favorita.
Y Alemania tampoco está para dar lecciones. Su economía está estancada y su coalición entre socialdemócratas, liberales y verdes iba tan mal que ha tenido que deshacerse. Entre tanto, la economía española y la italiana crecen de forma más o menos sólida. Ya quisieran Scholz y Macron la estabilidad del Gobierno de Meloni.
Pero los problemas de Alemania y Francia no son una buena noticia. Una crisis financiera en la segunda mayor economía de la eurozona y una recesión en la primera provoca escalofríos en la UE. Pero también genera, reconozcámoslo, aunque sea fugazmente, un atisbo sonrisa en los países del sur. Esos a los que nos llamaban manirrotos. Los PIGS durante la crisis financiera. PIGS, cerdos, el acrónimo de Portugal, Italia, Grecia y España.
No es que el sur esté para tirar cohetes. En España no somos capaces ni de aprobar Presupuestos. Pero, al menos, en el sur estamos acostumbrados a la inestabilidad. Norte y sur cada vez nos parecemos más, lo malo es que es en una gobernanza caótica e imprevisible.
¿Moraleja?
Están en crisis en Alemania y Francia la política, la economía y la arrogancia.