Cómo ha cambiado Europa desde las últimas elecciones. En las anteriores elecciones europeas, las de hace cinco años, hubo un récord de participación por el voto de los más jóvenes que forzó un giro hacia las políticas verdes. A los más jóvenes les movilizaba la lucha contra el cambio climático. Ese era el futuro de Europa.
Y ahora lo que más atrae a buena parte de los jóvenes europeos es la extrema derecha, que sabe moverse muy bien en TikTok, atraídos por la antipolítica, seguramente también la novedad e incluso contra las medidas climáticas como reclamo.
Hace cinco años la extrema derecha pintaba poco en Bruselas. Ahora está en auge. En Francia, el partido de Le Pen va camino de recibir un tercio de los votos, más del doble que el partido de Macron. En Alemania, pese a todos los escándalos, la AfD va segunda en las encuestas, por delante del gobierno de coalición de Scholz. En Italia, Meloni es la favorita. Y ojo con Bélgica y Países Bajos.
Por primera vez, el próximo Parlamento Europeo tenga más miembros de la extrema derecha que de los conservadores de siempre, el Partido Popular Europeo. Lo que salga el domingo de las urnas puede alterar el apoyo a Ucrania y a políticas sociales como el acceso al aborto y los derechos LGTBI. Y una visión de Europa más nacionalista, hostil hacia los migrantes, especialmente musulmanes, y con escepticismo a todo lo que suene internacional, incluida la propia UE.
Los euroescépticos, los partidos extremistas que pregonan contra los burócratas de Bruselas, ya no quieren salir de la UE, como en tiempos del Brexit. Aprendida la lección del fiasco, ahora lo que quieren los críticos no es salir de la UE, es vaciarla desde dentro.
Dice Político que el auge de la derecha radical puede producir un shock equivalente a la que produjo la elección de Donald Trump en 2016. Solo que a Trump lo apoyan los votantes mayores y en Europa, el voto de la derecha populista está seduciendo mucho a los jóvenes. El futuro de Europa.
¿Moraleja?
Esta próxima noche electoral, para el europeísmo pinta mal.