Marta García Aller: "Esperanza y prudencia con este alto al fuego, hay muchas vidas en juego"

La noticia del alto al fuego ha provocado júbilo y alivio en Gaza e Israel. Por fin lágrimas pero de alegría. Una tregua no es lo mismo que la paz, pero es lo que más se le parece tras 15 meses de conflicto.

Han acordado seis semanas de tregua a partir del domingo. A cambio Hamás liberará a los niños, las mujeres, los ancianos y los enfermos, porque Hamas sigue reteniendo niños, mujeres, ancianos y enfermos secuestrados aquel fatídico 7 de octubre. A cambio, Israel liberará a prisioneros palestinos y permitiría un drástico aumento de la ayuda humanitaria en Gaza. Porque Israel no estaba permitiendo que la ayuda humanitaria llegue a los palestinos que sobreviven a sus bombas, al hambre y el frío.

Hamas liberará 33 rehenes israelíes. Quedan muchos más por liberar, se calcula que un centenar, y sus familias ni siquiera saben cuántos siguen vivos. Luego Israel se compromete a retirarse de Gaza y se iniciará una reconstrucción de la Franja. 467 días de bombardeos han dejado la Franja destrozada. Han desaparecido sus edificios, sus carreteras y sus escuelas; también la mitad de los hospitales. Pero lo peor son las muertes, claro. La revista científica The Lancet calcula que, sólo en los 9 primeros meses, murieron más de 64.000 palestinos. Decenas de miles de muertos a los que hay que sumar casi dos millones de desplazados.

Mientras tanto, en Israel, siguen abiertas las heridas de los brutales ataques terroristas de Hamás del 7 de octubre del 23. Mataron a 1100 personas y secuestraron a 240. A la esperanza de las familias de los rehenes se suma el miedo. Miedo a que el acuerdo pueda colapsar en cualquier momento y no vuelvan todos los rehenes.

Entre tanto, Biden y Trump se han apresurado a atribuirse el mérito. Biden subrayó en su último discurso que este plan lo ha desarrollado su equipo y Trump que este acuerdo “épico” es fruto de su victoria. En realidad, el alto al fuego llega cuando han colaborado. Y lo importante es que dure.

¿Moraleja?

Esperanza y prudencia con este alto al fuego, hay muchas vidas en juego.