Jorge Freire: "La filosofía tiene que bajar a la calle, al mercado y al bar"
El filósofo Jorge Freire presenta en 'Más de uno' su último libro 'La banalidad del bien', su obra "más redonda, incisiva y demoledora", en palabras de Sergio del Molino.
En su nuevo libro 'La banalidad del bien', Jorge Freire da la vuelta al concepto de la 'banalidad del mal', acuñado por la filósofa alemana Hannah Arendt para hablar de la industria del bien, un bien de apariencias, que en realidad no es moral, sino que se trata de exhibicionismo moral.
Así, el filósofo hace un repaso del enorme daño que puede hacer el exhibicionismo moral y que lleva a la gente, en este mundo de las redes sociales, a demostrar que son bellísimas personas, que siempre están en el lado correcto de las cosas. Eso, en contra de lo que pueda parecer, "esconde una industria, bastante maldad y el atrio de un mundo bastante siniestro y muy poco dado a la sonrisa que se vende", resume Sergio del Molino.
Ser tunantes en lugar de máquinas
En opinión de Freire, actualmente todos deberíamos ser tunantes en lugar de ser máquinas, que es el arquetipo de nuestro tiempo. Ahora se nos plantea como una "liberación" huir de los trabajos fordistas en los que había horarios estrictos y se fichaba al entrar y salir, para convencernos de que lo mejor es dedicarse a cosas creativas en las que cada uno se hace cargo de sus horarios para decidir cuándo trabajar y cuándo estar de ocio.
En esos trabajos, para colmo, "ya no hay una estructura jerárquica", sino que el jefe "es un coleguita que el viernes por la tarde te invita a tomar unas copas y el sábado te vas a jugar al pádel con él". Esto, en definitiva, es "el rostro amable de la nueva explotación", donde el tiempo de negocio coloniza por completo el tiempo de ocio.
La adolescencia, el momento ideal para llegar a la filosofía
Jorge Freire quiere que este libro lo lean, sobre todo, los adolescentes. "Aunque en algunas partes se exige una segunda lectura, es un libro ameno", dice el autor quien defiende que para hablar de cosas profundas, hay que ser ágil. Como autor, le gusta mucho practicar la frase de Horacio "instruir deleitando", para que sus lectores aprendan algo, pero, sobre todo, se lo pasen bien.
La filosofía tiene que bajar a la calle. Como hacía Sócrates, tiene que bajar al mercado, al ágora
La adolescencia -de adolescere, dolor- es principalmente la época de los grandes dolores "porque tienes que encontrar el sentido de tu existencia, cuál es tu vocación o lugar". Por eso, Freire defiende que es el momento ideal para conocer la filosofía.
Freire hace hincapié en el aspecto cotidiano de la filosofía y se aleja aquellos filósofos que predican desde fuera del mundo real. "La filosofía tiene que bajar a la calle. Como hacía Sócrates, tiene que bajar al mercado, al ágora, al bar y tiene que seguir filosofando acodado en la barra del bar", sostiene.