Jorge Freire: "Menos lobos"
El filósofo Jorge Freire reflexiona sobre si la polarización de la política en los últimos años, una estrategia que alientan los políticos para movilizar al electorado.
El consejo de hoy lleva por título 'Menos lobos', que es como decir: por favor, no exageremos tanto, que no hay que asustarse de nada. De un tiempo a esta parte, muchos expertos nos advierten, muy asustaditos, de que nos estamos polarizando.
Creo, para empezar, que la opinión pública no es una balsa de aceite, sino un conjunto de pareceres que chocan entre sí como carneros en liza.
Para entender de qué va esto de la polarización he estado leyendo un libro estupendo, el primer libro de Luis Miller, 'Polarizados', editado por Deusto. Miller es sociólogo, científico titular del CSIC, y su libro tiene un dato que llama la atención. Al parecer, cuando sube la polarización, la temida abstención se reduce como por arte de birlibirloque, prácticamnete desaparece.
Desde el 2015, el momento en el que según los expertos se inicia el auge de la polarización, llegan unas elecciones muy crispadas, marcadas por la bronca. Por ejemplo, las catalanas de 2017, previas al referéndum; las andaluzas del 2018, las primeras en las que Vox entró en un parlamento autonómico; o las madrileñas del 2021, las de 'comunismo o libertad'.
En todas ellas, la abstención declarada fue muy baja, nunca subió del 12%, mientras que antes del auge de la polarización nunca bajaba del 25%.
Francamente, ¿no será la dichosa polarización una estrategia de los políticos para movilizar a un electorado que de otra manera se quedaría en casa?
Reconozcámoslo, la realidad política se ha convertido a lo largo de los últimos años en un Madrid-Barça permamente. Y a los españoles, que somos muy amigos de lucir los colores, más que polarizarnos nos han calzado unos filtros polarizantes para que veamos la realidad con colores chillones hasta saturarnos.
En conclusión, polaricemos con cautela. Hay venenos, como la polarización, que deberían instilarse gota a gota porque si echamos demasiado, el resultado es fatal. Así que, polaricemos con cuidado, y no nos hagamos daño.