Así hablaban Borja Sémper y Eduardo Madina sobre la salud mental
Borja Sémper y Eduardo Madina comentaban en La ínsula de Más de uno el informe del CIS sobre la salud mental y destacaban la urgencia de realizar un debate público y político que trate este tema.
Durante la sesión de control al Gobierno que tuvo lugar ayer en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón empleó su turno de palabra para pedirle a Pedro Sánchez que realizara políticas centradas en la atención psicológica. En su intervención, el diputado y portavoz de Más País argumentaba que "cada día se suicidan 10 personas en España", basándose en los datos del informe del CIS sobre la salud mental.
Errejón reclamaba la necesidad de doblar el número de psicólogos en la salud pública porque "que alguien te acompañe cuando estás solo o lo estás pasando mal no puede ser un lujo". En ese momento, el diputado del PP Carmelo Romero le gritó: "¡Vete al médico!", lo que provocó la protesta de Errejón y el aplauso espontáneo de gran parte de los diputados en apoyo al portavoz de Más País.
En La ínsulade Más de uno, Borja Sémper y Eduardo Madina comentaron los datos de la encuesta del CIS sobre la salud mental donde se destacaba que uno de cada cinco españoles se ha sentido deprimido o sin esperanza en algún momento de este año de pandemia. Madina consideraba de gran necesidad que existiese un debate sobre la salud mental en el Congreso: "¿Por qué no hay un debate de políticas públicas sobre algo tan relevante que afecta a tanta gente?".
Sin duda la pandemia ha acelerado el problema de la salud mental en nuestro país. De acuerdo con el CIS, el 42% de los españoles tienen problemas de sueño y más de la mitad de la población sufre cansancio o se siente con pocas energías. "Es una especie de tabú sobre el que no se habla en los medios de comunicación, en el debate público ni en las instituciones", comentaba Sémper.
Los datos también destacan que los jóvenes son los que más abiertamente dicen que están sufriendo los efectos de la pandemia, las personas entre los 55 y 64 años son quiénes más han temido la muerte de una persona cercana o contagiar a un ser querido y los mayores de 65 son quienes han llevado esta pandemia "con más filosofía".