Una hora para el despegue del Apollo XI
Juan Carlos Trévelez se ha trasladado a Cabo Cañaveral, y se encuentra ya en el puesto de narración que ha habilitado allí la NASA para las emisoras de radio, en la que probablemente sea la misión informativa más emocionante de su carrera.
El comienzo de la aventura de la luna. Tengo ante mí, a sólo cinco kilómetros, el Saturno V, majestuoso, imponente, en su plataforma de lanzamiento. Y se perciben en el aire los nervios, Carlos, la sensación de que vamos a vivir horas inolvidables.
En la tribuna de autoridades se encuentra ya una larga lista de dirigentes políticos de este país, congresistas, senadores, jueces del Tribunal Supremo, encabezados todos por el vicepresidente Spiro Agnew. Además, están aquí diplomáticos de medio mundo y celebridades de la televisión de este país, como Jack Benny o Johnny Carson.
Las televisiones están haciendo programas especiales, he visto al periodista más influyente de la CBS, Walter Cronkite, emitiendo desde un set, ¡Y en color!
Se está emitiendo en color, es una gran novedad de las televisiones aquí, una mejora muy notable que están publicitando para ganar espectadores.
El presidente Nixon no está presente, llegó a anunciarse que vendría a Florida para compartir con los astronautas su última cena… antes del despegue. Pero el médico de la Nasa frustró los planes porque sostiene que el presidente puede estar incubando un resfriado y podría contagiar a los astronautas de algún virus que hiciera de las suyas en el espacio.
Es verdad que aquí hay muchas críticas a Nixon por rentabilizar políticamente esta misión cuando fue uno de los detractores más vehementes a principios de la década.
Estamos cinco kilómetros del Saturno V. Porque el ruido que mete el cacharro cuando se enciende es espantoso, supongo. Es la distancia de seguridad para que no sufran ni nuestros tímpanos ni el cristal de nuestras gafas. Sobre todo si algo sale mal. Por cierto, Carlos, que están aquí los veinticinco españoles que ganaron el concurso del diario Pueblo para asistir al lanzamiento con todos los gastos pagados. Ah, y la esposa de Neil Armstrong está siguiéndolo todo desde el yate que ha fletado la empresa que ha construido el módulo de mando del Apolo.
Una hora para el despegue del Apolo XI
Miles de personas abarrotan las calles para vivir el despegue del Apollo XIMiles de personas abarrotan las calles para vivir el despegue del Apollo XI
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