Historia de lo otro que también vino con la Dama de Elche
Se cumplen 80 años desde el acuerdo de Franco con Pétain que trajo de vuelta a nuestro país una joya artística como es la Dama de Elche, junto con otros objetos.
Hace 80 años y un mes, el 9 de enero de 1941, el diario Pueblo publicaba un noticia titulada: 'La Dama de Elche será entregada a España, con otros numerosos objetos de arte ibérico'.
Meses antes de aquel artículo en el diario Pueblo, el 30 de octubre de 1940 el ministro de Educación que Franco tenía entonces, Luis Monreal, presentó en El Pardo un informe. En ese informe se planteaba un trueque de obras de arte entre España y Francia. Aquel día del año 40, Monreal explicó ante el Consejo de Ministros que Pétain, en Francia, estaba en una situación muy difícil bajo la presión alemana. Pétain buscaba apoyos, intentaba un acercamiento institucional a su amigo el general Franco, al que había conocido durante las campañas africanas. Pétain estaba basculando políticamente hacia Madrid. Después de haber sido un héroe francés en la I Guerra Mundial, en aquel momento no pasaba ser un títere en manos de Hitler. De modo que para Pétain el acercamiento al Pardo suponía una salida al aislamiento al que estaba sometido. En aquellos primeros meses del año 41, Franco, como caudillo, estaba más que crecido, su autoestima iba tan hasta arriba de levadura que mientras gobernaba escribía algo así como un guión de cine para aquella película que se titularía Raza.
Franco vendía como una victoria el acuerdo con Pétain. Regresando al artículo del diario Pueblo, de hace 80 años y un mes, en aquel periódico podía leerse textualmente lo siguiente: "con la célebre escultura vendrán numerosos objetos de arte ibérico que, gracias a las gestiones del Caudillo, España recupera. Todos ellos pesan nueve toneladas. Entrarán en España por la frontera de Port-Bou, e inmediatamente, en tren especial, serán trasladados a Madrid, donde el embajador de Francia hará entrega de los mismos, junto con la Inmaculada de Murillo".
La Inmaculada de Murillo, la de los Venerables de Sevilla, fue robada por un mariscal francés durante la guerra de la Independencia. Desde que sale de España, el lienzo de Murillo está en la casa de ese militar hasta que su familia se lo vende al Museo del Louvre. Se lo vende por la cifra más alta pagada hasta entonces en la larga historia de la historia del arte. El Louvre abonó 586.000 francos de oro. En el lienzo, Murillo pinta a la virgen rodeada de ángeles. Se ve a la virgen en actitud triunfante. Que fue la actitud que adoptó -respecto de ese cuadro- el nada virginal Francisco Franco Bahamonde. Franco usó el Murillo con propósitos propagandísticos. Al día siguiente de su llegada al Prado, se publicaba: “ya está en Madrid el famoso cuadro de Murillo, más de un siglo ha permanecido en Francia el maravilloso lienzo”. En aquellas informaciones había más adjetivos que querubines en el cuadro de Murillo. Y en el cuadro de Murillo pueden contarse hasta 33 querubines, al menos.