Historia del combate del siglo y una emisión de radio
Antes de que hubiera muchos, hubo un primer combate del siglo. Fue una pelea de boxeo que casi termina en una guerra. una historia acerca de la importancia de la radio.
Fue un combate por el título mundial de los pesos pasados. Dentro de poco habrán pasado cien años de aquellos acontecimientos que casi devinieron en una contienda militar. Si en aquella noche de 1923 se hubiera organizado un referéndum en Argentina, preguntando por la idoneidad de una declaración de guerra, en ese caso y muy probablemente, la inmensa mayoría habría estado a favor.
El estadounidense Jack Dempsey y el argentino Luis Angel Firpo iban a dirimir su fuerza en la ciudad de Nueva York. El duelo adquirió proporciones de enorme acontecimiento. Aquel fue uno de los primeros grandes espectáculos de masas. Piensen en que acudieron a presenciar el combate al Polo Ground de la gran manzana cerca de 85.000 espectadores, que son más de los que caben en el Bernabéu. Aquello sucedió en un estadio mítico cerca de Harlem.
El combate comienza sin contemplaciones; sin resquicio para la especulación. La pelea exige una atención constante. Durante el primer round Firpo cae al suelo en siete ocasiones. Pero, el argentino también consigue que el estadounidense doble las rodillas con su primer derechazo. A falta de 20 segundos para el término del primer asalto, Dempsey baja un instante la guardia, trata probablemente de encontrar algo de aliento. Y es en ese momento cuando Firpo lo arrincona contra las cuerdas y le golpea con una violencia demoledora. Dempsey desaparece del ring.
Dempsey estaba fuera del ring, había caído sobre uno de los tipos al otro lado de las cuerdas, el peso pesado había sepultado a un tal Kid Mc Parland, uno de los integrantes del jurado. Mientras el árbitro Jack Gallacher emprendía la cuenta atrás. Y toda aquella secuencia de intensidad pugilística se estaba siguiendo en Argentina por radio.
El árbitro Gallacher había empezado a contar con parsimonia. En la enumeración retráctil había un océano entre un número y otro. Pero, no parecía que el púgil estadounidense fuera a volver al cuadrilátero. La pelea parecía decantada, pero antes de que el árbitro llegase hasta el cero, la emisión de radio para Argentina se cortó.
Dempsey el boxeador rocoso, veloz, contundente, feroz, el de la fortaleza mental granítica, el de los golpes con precisión, voracidad y violencia...Jack Dempsey, el campeón del mundo de los pesos pesados lo era sin que nadie hubiera podido poner, siquiera, en duda su dominio. Y en aquella noche fueron 17 segundos de cuenta atrás, fueron siete más de los reglamentarios los que tuvo Dempsey para recuperarse. Y con esa manía que tiene la verdad de suplantar a la ilusión, Dempsey subió al ring y machacó a Firpo, al toro salvaje de las Pampas. Lo machacó en tres minutos. De modo que cuando en Argentina se recuperó la emisión de radio Firpo había perdido el combate y el país entero pedía una declaración de guerra.