Madrid |
La imagen de las localidades arrasadas por la DANA a su paso por Valencia y Albacete son propias de un escenario bélico. Calles y carreteras intransitables por el agua, barro y los restos arrastrados por las riadas. Vecinos desolados que han perdido sus casas, sus coches y, en el peor de los casos, han perdido a familiares y amigos.
En Alfafar y Benetússer -así como en otras muchas poblaciones afectadas- los vecinos llevan días sin electricidad, sin agua corriente, sin internet y sin medios de transporte. Algunos, incluso, llevan días conviviendo con los restos mortales de familiares que aún no han podido ser retirados.
La colaboración y solidaridad ciudadana es lo único que les queda para aferrarse a la vida y tratar de salir adelante. Vecinos que, en su mayoría, denuncian el completo abandono de las autoridades y piden la llegada inmediata de más equipos de emergencia y del Ejército.
Desde primera hora de la mañana de este tercer día tras la DANA, Carlos Alsina recoge los testimonios de quienes lo han perdido todo en cuestión de minutos.
En Benetússer, municipio de Valencia, la pescadería Totem amanece destrozada por las riadas de la DANA. Eli, dueña de este negocio familiar, cuenta que de toda la maquinaria eléctrica, "no se puede salvar nada". Los mostradores, neveras, la persiana y todo el interior está completamente destruido. Dos de las paredes del local se han caído y hay riesgo de que se caiga el techo, pero los pescaderos han entrado para tirar el pescado que se está descongelando.
Carlos, su padre y dueño también de la pescadería, admite que ver cómo ha quedado su negocio es "desolador" y lamenta que las cámaras de congelación estén destrozadas por completo. "Todo lo que había se lo ha llevado por delante", dice.
Después de diez años con la pescadería -y de superar la crisis del Covid- esto supone "otro hachazo". Tienen otra pescadería en Valencia, pero "no sabemos qué vamos a hacer ahora con esto", explica Carlos. Dudan en si cerrar definitivamente el local ante la falta de inversión y lamenta que los seguros no podrán cubrir todos los gastos necesarios para volver a abrir su negocio.
Marcos, vecino de Benetússer, es otro de los muchos afectados por la DANA. En su caso, la Guardia Civil les avisó para que subieran al tercer piso. Desde su garaje, los agentes de la Guardia Civil se ataron con cuerdas para coger a gente que se los llevaba el agua.
"Hay un túnel que pasa de Benetússer a Alfafar que está inundado y debe estar lleno de cadáveres", cuenta Marcos, pues a muchas personas se las llevó la corriente y teme que la cifra de fallecidos sea mucho superior a lo esperado.
Este vecino explica que estaba con sus hijos en la planta de abajo viendo la tele y la inundación "fue de repente". En esta ocasión, "nadie nos avisó de la magnitud" de la DANA, y a la gente les pilló en sus casas o comprando.
Por su parte, Mónica, también vecina de la localidad de Benetússer, vio la tragedia de la DANA desde su casa, un quinto piso. Desde allí, fue testigo de cómo un niño se caía de los brazos de una mujer y era arrastrado por la fortísima tromba de agua.
En su edificio el agua ha llegado hasta las escaleras del primer piso, pero "gracias a Dios todos mis vecinos están bien". Entre ellos se están organizando para subir agua, leche o pan y evitar que los más mayores tengan que salir a la calle, que está llena de barro e intransitable.
"Aquí no ha venido nadie, nos han olvidado. Veo mucha patrulla de la policía, pero nadie hace nada", denuncia Mónica en Onda Cero.