De pequeño, en su casa se escuchaba la música que su madre quería: María Jiménez, Bambino, Mari Fé de Triana... Los domingos, sin embargo, se escuchaba la música que su padre elegía: Pink Floyd, los Beatles, Mike Oldfield...
En este ambiente, Miguel Poveda creció y mostró su compromiso con la música "desde el minuto cero", cuando tomó conciencia de lo que le transmitía la música y lo que provocaba en él.
Esta profesión requiere un compromiso y sirve también para remover conciencias
A partir de entonces, surgieron los sueños."Deseaba ser uno de esos artistas que escuchaba, quería ser conocido, subirme a un escenario a cantar y que la gente viniera a verme", explica el cantante mientras recuerda cómo su madre le llevaba a Montjuic a ver a Chiquetete.
Sin embargo, cuando de verdad se dio cuenta de lo que significaba la profesión, fue cuando se lo empezó a tomar en serio. "Esto no es un juego, esto es algo que requiere un compromiso y este don hay que utilizarlo no sólo para el disfrute, sino también para remover conciencias y por la cultura", dice Miguel Poveda después de muchos años de carrera artística.
En su nuevo álbum de estudio, 'Diverso', hace un recorrido por las distintas músicas que han nutrido su carrera con el Flamenco como eje central. Así, aunque mezcla ritmos de tango y otros géneros, el cantante ha intentado "ser reconocible" en todas y cada una de las variedades de estilos: "En todo lo que he cantado he intentado ser yo".