El criterio de la magistrada María Luisa Balaguer -de lo que llaman los medios el sector progresista- quedó en minoría ante la decisión de admitir a trámite el recurso del PP que pedía medidas cautelarísimas para paralizar la tramitación en el Senado de las dos enmiendas por las que se modifica el sistema de elección y llegada de los dos candidatos al TC que nombra el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
En cuanto a si piensa que lo que ha sucedido es un complot del TC y de las "derechas" del Parlamento, la magistrada insiste en que no lo es y los juristas están para pacificar conflicto y tener un debate sereno como se tuvo.
Sobre hasta qué punto comparte la idea de que el TC está sobrepasando sus competencias, la magistrada dice que aun siendo el Parlamento el elemento de la soberanía nacional, el Parlamento tiene sus límites y el TC lo podrá abordar.
"Yo no vi razonable que se pudiera interrumpir una votación en un Parlamento, no me parece propio del respeto a la soberanía nacional", reconoce la magistrada.
La magistrada explica que el TC es un órgano que está llamado al control y debe ser siempre a posteriori, cuando la ley ya está en vigor.
María Luisa Balaguer afirma que va a intentar hacer público un voto particular lo antes posible y que en el expondrá que se ha interpretado erróneamente el esquema de derecho constitucional básico porque se ha coartado la soberanía popular.
Cree que la medida preventiva de control del TC estaría únicamente legitimada cuando se intente corregir algo que desde el punto de vista del tiempo no es posible corregir.
Con respecto a tramitado estas dos reformas legales como enmiendas y no como una proposición de ley específicamente destinada a esa reforma y no a otra cosa, María Luisa Balaguer dice que "esto es algo habitual".
"Todos los gobiernos han introducido enmiendas, no digo que técnicamente sea correcto, pero la diferencia entre la técnica legislativa y la constitucionalidad de una ley, es muy importante".