Según explica Josep Bou en Más de uno, tuvo que acudir en Taxi a los Premio Princesa de Girona, porque le habían apedreado su coche y está arreglando el cristal. Así que, al ver que el grupo de independentistas no le dejaba continuar, buscó "varios vericuetos a ver si podía zafarme de la masa, pero al final me vieron", recalca.
Asimismo, recuerda que "lo que pasó antes era de extrema gravedad" y relata que le "rodearon y no podía salir". Además, cuenta que recibió "empujones y golpes" por los que aún tiene los brazos amoratados de parar, "no golpee a nadie, se lo aseguro, y ganas no me faltaron", comenta.
También denuncia que recibió amenazas de muerte, "haremos lo mismo que hicimos una vez con vosotros, os subiremos a la Rabassada", una carretera que sube hasta el Tibidabo donde se fusilaba a la gente durante la Guerra Civil.
Al final fue un guardia urbano de paisano quién le ayudó a salir de ahí mientras les "iban insultando y tirando escupitajos", le metió en un coche y entraron por otra puerta.
Además, reitera que él tenía que ir porque estaba invitado, "para mí era un honor" y además, critica que era el único de los 41 regidores que acudió y explica que la alcaldesa, Ada Colau, le dijo que no iba a asistir porque era republicana, "es un acto en Barcelona y la señora alcaldesa tiene que estar presente, pero no vi absolutamente a nadie". Aunque recalca que "su majestad lo tiene descontado". Por otro lado, manifiesta que su tanto Albert Vall como Colau le mandaron mensajes de apoyo y moral tras los altercados.
Bou pide a los constitucionalistas que no salgan a la calle, "está a punto de reventar", afirma y por ello, considera que es mejor que "no salga nadie, porque si llegamos a la discordia civil sería una fatalidad después". También considera que hay que tener paciencia porque "esto se va a arreglar, pero no vayamos a más".