El Gobierno ha sacado adelante la reforma laboral por un único voto a favor y gracias al apoyo del diputado del PP, Alberto Casares, que se equivocó en el voto telemático.
La votación fue muy ajustada, con 175 votos a favor y 174 en contra, y con resultado no esperado, ya que finalmente los dos diputados de UPN decidieron no acatar la disciplina de voto y votar en contra de la reforma laboral.
Por su parte, la dirección de UPN que preside José Javier Esparza ha pedido a sus dos diputados en el Congreso, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, que entreguen sus actas de diputados después rechazar la convalidación de la nueva reforma laboral.
"Lo ocurrido es gravísimo, es inadmisible y no se ajusta a nuestros valores. Se saltan la disciplina de voto y nos engañan a todos", critica Esparza sobre el daño a la imagen de UPN.
Lo ocurrido es gravísimo, nunca pensé que iban a votar que no
El pasado lunes hubo una ejecutiva en UPN donde se encomendó a la dirección del partido fijar una posición de voto sobre la reforma laboral y trasladárselo a los diputados Sayas y Adanero. Sin embargo, Esparza sospecha que los dos diputados "habían tomado la decisión anteriormente de no votar a favor de la reforma laboral".
Hasta el que se anunció el resultado de la votación, la dirección del partido navarro desconocía que Sayas y Adanero votarían en contra. "Nunca pensé que iban a votar que no. En UPN solemos ir de cara", sostiene Esparza que admite que no ha hablado con ninguno de los dos diputados.
Por el momento, Esparza ha pedido disculpas al Partido Socialista por incumplir con su palabra y adelanta que tomará medidas porque "esto no lo puede admitir ningún partido político".
En la negociación entre UPN y el PSOE para el apoyo de la reforma laboral en el Congreso de los Diputados se incluyó el voto del Partido Socialista de Navarra en el Ayuntamiento de Pamplona para dotar de estabilidad al gobierno de Enrique Maya (UPV).
"Habíamos abierto un camino de diálogo con el PSOE para contribuir al desarrollo de Navarra desde el punto de vista económico y de convivencia" explica Esparza sobre la negociación con el Gobierno que considera "de sentido común".