Quien está viviendo la jura de la Constitución de Leonor de una forma mucho más relajada que hace 37 años es José Antonio Martínez Soler, que en 1986 era el director de 'Buenos días', el único programa matinal informativo de la única televisión en España; Televisión Española (TVE).
En el año 1986 "la televisión estaba negra", cuenta Martínez Soler en 'Más de uno'. Televisión Española tenía el monopolio de la televisión cuando le llamó el ministro Calviño para pasar de hacer el telediario del fin de semana a realizar un informativo diario de 7 a 9 de la mañana.
Martínez Soler aceptó, pero antes pidió que le mandasen una semana a Nueva York para copiar los formatos de los informativos de televisión. "Pasé dos o tres días en la NBC, la CBS y la ABC. Copié todo de los tres y hasta me compré en la sexta avenida un teléfono inalámbrico, el primero de España", recuerda mientras explica que en una semana hizo el programa.
Al poco de empezar, España reconoció a Israel como estado, "y empezamos a dar exclusivas, fue un éxito total". Desde el primer día Martínez Soler daba los buenos días a los españoles en las lenguas oficiales -castellano, catalán, euskera y gallego-, pero se propuso innovar el saludo para "abrir a lo grande".
Así, consiguió que desde Jerusalén saludasen a España con un "¡Buenos días, Sefarad!". En ese ambiente de locura, el director del informativo de TVE se marcó un objetivo: que el príncipe Felipe dijera "¡Buenos días España!" antes que él.
A través de un conocido suyo de la mili, el general Sabino Fernández Campos, se puso en contacto con él y lo logró "después de dar mucho la paliza". Al final, dijo una frase algo más larga, pero "preciosa", aunque se equivocó muchas veces, recuerda Martínez Soler.