Jon Viar: "Nunca hubo una ETA buena"
El actor y cineasta, que a los ocho años descubrió que su padre había pertenecido a ETA, explica su historia y la de su familia en el documental 'Traidores'.
Con motivo del décimo aniversario del fin de ETA, en 'Más de uno' hemos decidido realizar el programa desde el barrio de Aluche (Madrid) donde hace treinta años, un 17 de octubre de 1991, ETA cometió varios atentados, entre ellos contra Irene Villa y su madre, María Jesús González.
Junto a Borja Sémper, Edu Madina y un grupo de jóvenes, Jon Viar explica la historia de su padre, que cuándo decidió abandonar ETA se convirtió en un traidor para la banda terrorista y da su explicación a por qué ETA duró tanto tiempo o cómo le afectó la fractura social que había en el País Vasco con la existencia de la banda terrorista.
El cineasta y dramaturgo, Jon Viar, charla con jóvenes sobre ETA y sobre la historia de su familia. Su padre, Iñaki Viar, fue condenado a 20 años de prisión por el régimen franquista por su participación –como miembro de ETA- en un atentado con bomba contra la Bolsa de Bilbao a finales de los años 60.
El actor, que a los ocho años descubrió que su padre había pertenecido a ETA, explica su historia y la de su familia en el documental 'Traidores'. Jon dice que en el documental narra que él siempre había sido un 'nerd' fascinado con el cine y que cuando descubrió la historia de su padre empezó a hacer preguntas.
Cuenta que su padre fue juzgado en el proceso de Burgos y estuvo ocho años en la cárcel. Tras salir de prisión su padre se convirtió en un traidor.
Sobre cómo su padre le habló de ETA Jon asegura que "mi padre me dejo una cosa clara, que no hubo una ETA buena". "ETA no fue antifranquista, es la vuelta a las esencias de Sabino Arana", comenta.
¿Por qué duro tanto el terrorismo de ETA?
El cineasta responde a sobre por qué la gente reaccionó tarde al terrorismo de ETA, Jon explica que "las fuerzas generales del Estado tardaron en democratizarse y era difícil dar una respuesta". "No solo debemos condenar el terror de ETA, sino también aquello por lo que mataron, que era un delirio racista e identitario que no tiene ninguna justificación; nadie tiene derecho a convertir a su vecino en un extranjero", argumenta.
"Los que han quedado hasta el final son unos psicópatas"
Jon explica que la ETA en la que estuvo su padre no tenía nada que ver a la que vino después y que "la gente que no es psicópata, cuando investiga un poco, sale de eso; los que han quedado hasta el final son unos psicópatas".