Ignacio Varela, sobre la primera victoria de Felipe González: "Las elecciones del 82 fueron un plebiscito"
El periodista Ignacio Varela presenta en 'Más de uno' su libro 'Por el cambio', un ensayo sobre el cambio de la sociedad española entre el final del Franquismo y la consolidación de la democracia.
'Por el cambio' es un análisis de la Transición, cuarenta años después, desde el punto de vista de alguien que estaba en la "sala de máquinas" del partido político que mejor interpretó el rumbo que quería tomar la sociedad española en aquellos primeros años de la democracia.
El PSOE dispuso del liderazgo más sólido y moderno que existía en aquel momento, el de Felipe González, quien supo rodearse de profesionales para poner en pie un partido político proyectado hacia el futuro que conectase con las aspiraciones, miedos y ambiciones de los ciudadanos.
Recuperar al PSOE de su desaparición
En su libro, Ignacio Varela ha tratado de reconstruir el itinerario que condujo a las elecciones de 1982, "para combatir la idea de que aquello fue un enamoramiento súbito de la sociedad con un líder".
Varela pone énfasis en la trayectoria que realizaron un grupo de jóvenes sevillanos, acompañados de otros compañeros del País Vasco y, sobre todo, de aquellos que estaban en el exilio, para construir un partido político -el PSOE- con el objetivo de luchar por la democracia: "decidieron recuperar una sigla histórica que había desaparecido de la realidad española".
Aunque esta teoría es poco compartida por los protagonistas, el periodista defiende que "crearon un producto político contemporáneo, nuevo y moderno que comprendía que España había cambiado radicalmente".
Conseguir la armonía entre la teoría y la práctica
A partir de ahí, el PSOE diseñó una estrategia donde interpretaron de forma acertada cuál era el pulso social de la España de los años 70, que no tenía nada que ver con la España de la década de los 40.
En cuanto a las ideas y textos absolutamente revolucionarios -marxistas, internacionalistas que aspiraban a una sociedad sin clases-, Felipe González consiguió dejar atrás todo aquello que podía ser visto como un problema por parte de la sociedad española y construyó un partido socialdemócrata.
Tras las elecciones del 79, Felipe supo que era el momento de alinear el discurso con la práctica y las dos cosas con la sociedad
"Había una clarísima esquizofrenia entre el discurso y la praxis, mucho más pegada a la realidad", sostiene Varela. Después de perder las elecciones del 79, González comprendió que aquello le había servido para ser el primer partido de la izquierda, pero no le serviría para gobernar el país.
Por tanto, comprendió que "era el momento de alinear el discurso con la práctica y las dos cosas con la sociedad".
La teoría del triángulo entre Felipe González, Alfonso Guerra y Nicolás Redondo
En 'Por el cambio' Varela habla del triángulo que se establece en el PSOE y la UGT entre Felipe González, Alfonso Guerra y Nicolás Redondo, una relación que durante años fluye con gran complicidad, pero que, finalmente, se rompió.
El periodista matiza que esta teoría del triángulo "es una elaboración a posteriori" con la que muchos no estarán de acuerdo. Durante años había una relación de tres polos y los demás -ministros, colaboradores, dirigentes- "orbitábamos en torno a uno de esos tres polos y participábamos de sus encuentros y desencuentros".
La singularidad del liderazgo de Felipe González es que siempre gobernó desde una alianza previa con la sociedad
Al final, la "pulsión emancipatoria" de Felipe González respecto a sus raíces -el famoso triángulo- le obligó a ir más allá y a dotarse de un universo propio de influencias y relaciones.
"La singularidad del liderazgo de Felipe González es que él siempre gobernó el PSOE desde una alianza previa con la sociedad", dice Varela en relación a que no se trataba tanto de su capacidad de seducción, sino que González "tenía una porosidad extraordinaria respecto a los mensajes e impulsos que recibía de la sociedad".
En definitiva, Felipe González supo hacerse fuerte "en su alianza con la sociedad y es desde ahí donde gobierna el Partido Socialista".
"Las elecciones del 82 fueron un plebiscito"
La victoria del PSOE en las elecciones de 1982 fue arrolladora; nunca después un partido ha obtenido un apoyo tan mayoritario de la población. Para Ignacio Varela, aquellos comicios fueron únicos e irrepetibles: "las elecciones de 1982 no fueron unas elecciones, fue un plebiscito, pues no había realmente la posibilidad de elegir entre dos posibles gobiernos".
Aquella mayoría absoluta se produjo en un contexto muy concreto: tras el golpe de Estado del 23F y con la disolución de la UCD, el partido del Gobierno, lo que produjo "un socavón en el espacio político de tal manera que la opción era: o aquí gobierna Felipe González Márquez o Márquez González, Felipe", sostiene Varela.