Antonio de la Torre: "Lo que define el Holocausto es la toma de distancia de la población con lo que sucedía"
El actor Antonio de la Torre presenta en 'Más de uno' la obra de teatro 'Un hombre de paso' sobre la culpa, las responsabilidades y olvido durante el Holocausto, centrada en la conversación de Maurice Rossel, miembro de la Cruz Roja durante la Segunda Guerra Mundial que miró hacia otro lado con los campos de concentración nazis.
En junio de 1944 una delegación de la Cruz Roja Internacional visitó el campo de concentración de Terezin para constatar que allí todo parecía normal. Los alemanes montaron un escenario tan verídico que consiguieron engañar a los poco exigentes ojos de los delegados que incluso durante su visita asistieron a la representación de la ópera infantil "Brundibar". Lo que desconocían es que aquellos niños eran judíos presos en el campo de concentración y que ese teatro era parte de la propaganda nazi para exportar la idea de que Terezin era un lugar idílico.
La persona que dirigía aquella delegación de la Cruz Roja durante la visita a Terezin era Maurice Rossel y al que muchos años después se le preguntó cómo fue posible que jamás se diese cuenta de que aquello era un lugar de exterminio de la población judía. Ahora, en la obra 'Un hombre de paso', Antonio de la Torre es quien da vida a Rossel en una especie de recreación de la entrevista que el cineasta francés autor de 'Shoah', Claude Lanzmann, le hizo a Maurice Rossel en 1979 y que no se publicó hasta que Rossel no se murió en 1997.
El Holocausto: la banalización del mal
El planteamiento de la conversación entre Lanzmann y Rossel es muy hábil porque deja hablar al entrevistado mientras le hace vez que le parece incomprensible que no hubiese visto tal horror. "En la obra intentamos contar lo que define el Holocausto y hace que pueda ocurrir en cualquier momento, que es la toma de distancia", explica Antonio de la Torre sobre cómo durante el Holocausto millones de personas miraron hacia otro lado.
Hannah Arendt tenía razón, el Holocausto fue posible por la banalidad del mal
Tras realizar la obra, Antonio de la Torre ha podido confirmar lo que ya pensaba: "Hannah Arendt tenía razón, el Holocausto fue posible por la banalidad del mal". Entre las explicaciones de por qué actuó Rossel de esa forma es que "no podría vivir, su conciencia no se lo podría permitir".
La culpa del superviviente
En esta obra teatral, el director Felipe Vega introduce al personaje de Primo Levi, un químico superviviente del holocausto en Auschwitz que acabó suicidándose porque no soportó haber sobrevivido. "Lo terrible es que el superviviente no soporta la culpa", cuenta el actor.
Durante el genocidio judío, "la única manera de poder sobrevivir era creer que estabas haciendo lo correcto". De hecho, como el hecho de asesinar a tantas personas creaba tanto estrés, el nazismo tomó la decisión de crear las cámaras de gas, una manera limpia de matar.
En definitiva, el Holocausto fue posible porque fue parte de un proceso muy lento. El nazismo empezó eliminando a sus enemigos siguiendo criterios políticos -deteniendo y matando a los comunistas y socialistas- y, posteriormente utilizó el criterio racial o étnico para acabar con la población judía.