Alejandro Fernández critica que Sánchez acepte con el independentismo "la lógica de un conflicto armado entre dos estados"
El presidente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, considera que el PP de Cataluña debe evitar el "exceso de tutela" y los "bandazos ideológicos" para obtener resultados similares que en otros territorios de España.
La remodelación que ha ordenado Alberto Núñez Feijóo en la dirección y las portavocías del Partido Popular no zanja las diferencias que existen entre la dirección de Génova y la del PP catalán. Alejandro Fernández, presidente de los populares en Cataluña, reivindica un proyecto propio dentro del PP nacional, libre de "tutelas", como dijo ayer en una entrevista en El País.
Al ser preguntado por Carlos Alsina por su futuro al frente del PP de Cataluña, Fernández prefiere no hacer declaraciones al respecto porque "estaría desviando la atención sobre lo más importante, que es la respuesta que damos al desafío contra el orden constitucional más grave de nuestra historia reciente".
Así, hasta que no se convoque el congreso autonómico de Cataluña, del cual se desconoce la fecha, no se va a pronunciar sobre ello. En definitiva, es consciente de que hace meses que el rumor de su cese está encima de la mesa, pero por el momento, dice dedicarse a hacer su trabajo y a "trasladar mis ideas con convicción".
El PP catalán debe evitar el "exceso de tutela" y los "bandazos ideológicos"
Alejandro Fernández defiende la buena salud del Partido Popular de Cataluña, que en las últimas elecciones generales sacó más votos que Junts y Esquerra Republicana. Dicho esto, afirma que "la falta de consolidación histórica del PP de Cataluña tiene que ver con el exceso de tutela y el exceso de bandazos ideológicos que han desorientado al electorado en algunos momentos".
Por eso, si ahora, aprovechando la buena tendencia, "evitamos repetir los errores que habían llevado al PP a su práctica desaparición" el PP es capaz de lograr un porcentaje de votos en Cataluña similar al de cualquier otro territorio en España.
La figura del verificador es "una humillación para España"
A pesar del secretismo que rodea a la reunión que mantendrán mañana sábado el PSOE y Junts en Ginebra, Suiza, y la identidad del verificador internacional que estará presente durante la conversación, en las últimas horas se ha filtrado la información de que la fundación Henry Dunant podría el verificador.
El PSOE, sin embargo, ha negado que el Centro para el Diálogo Humanitario Henry Dunant, que medió en la negociación del fin de la banda terrorista ETA y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, sea la figura del verificador internacional para garantizar el acuerdo entre el PSOE y Junts.
Sánchez acepta la lógica por la cual estaríamos ante una mesa de paz después de un conflicto armado entre dos estados
En opinión de Fernández, se trata de "un asunto especialmente grave", pues al ser una fundación experta en la mediación de conflictos internacionales, "Sánchez acepta la lógica por la cual estaríamos ante una mesa de paz después de un conflicto armado entre dos estados". Esto, evidentemente, "es un auténtico disparate y una humillación para España".
¿Cuál es la receta del PP para acabar con la cuestión catalana?
Sobre la 'receta' o solución que entiende el PP de Cataluña que hay para la cuestión catalana, Alejandro Fernández considera que lo primero es "entender que no estamos en los años 90 [...] una época de arcadia feliz en la que el PP tenía en Cataluña la geometría variable".
En el 2016 se inició una denominada 'operación diálogo' con Junqueras y Puigdemont, "un diálogo trampa que acabó provocando que el 1 de octubre se organizase igual y que la respuesta del gobierno de España no fuera la adecuada en aquel momento". Eso, a su juicio, "es lo que provocó que el Partido Popular de Cataluña estuviese a punto de desaparecer en las siguientes elecciones".
Actualmente una de las teorías defiende que la amnistía sería buena para el PP porque acabaría con el procés y se volvería a la arcadia feliz de los 90. Esta corriente, en opinión de Fernández, "es un disparate" que pretende "convertir al PP en el partido oficial de la oposición que se inhibe y no actúa ni responde".
Precisamente después de los últimos comicios, el PP catalán está "en un momento existencial" en el que, "si acertamos en el diagnóstico el PP se va a disparar hacia arriba en Cataluña" y si por el contrario se falla, el PP volvería a sufrir situaciones dramáticas como las del 2014 y 2019.