En el segundo año consecutivo en el que no se dará el chupinazo que marca el comienzo de los sanfermines, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, refrenda su decisión de haber cancelado estos festejos. Según considera, "era evidente que no era posible celebrar estos sanfermines".
Asimismo, Maya explica que "si no se hubieran suspendido en abril, habría que suspenderlos hoy" debido al aumento de contagios que se han producido en un periodo muy breve de tiempo en Navarra, donde la incidencia acumulada está en 242 casos por cada 100.000 habitantes, por encima de la media nacional, que se sitúa en 204 casos por cada 100.000 habitantes.
El alcalde comenta que "esta explosión que ha habido este fin de semana nos ha dejado a todos completamente tocados" y por ello, insiste en "extremar las medidas de seguridad y la prudencia". Además, asegura que temen por la cantidad de reservas que hay para esta jornada y pide a los ciudadanos que no acudan al centro, que es "el lugar en el que hay más peligro".
Por otra parte, Enrique Maya apunta que han reforzado las medidas de seguridad en colaboración con la policía foral, la Guardia Civil y la Policía Nacional, por si hiciese falta su intervención para disolver reuniones masivas.
Por otro lado, el alcalde de Pamplona también recuerda que los políticos están "en el debate permanente entre sufrir una pandemia o una crisis económica brutal", "no podemos quedar arrasados después de esta pandemia", aclara.