Madrid |
Por siete votos a cuatro, el Tribunal Constitucional anuló ayer las condenas de la Audiencia de Sevilla en 2019 -confirmadas por el Tribunal Supremo en 2022- a los expresidentes de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán y Manuel Chaves.
En el caso de Griñán, el Constitucional estimó parcialmente el recurso de amparo interpuesto por el expresidente de la Junta de Andalucía y considera que se vulneró su derecho a la presunción de inocencia, porque ni la Audiencia de Sevilla ni el Supremo llegaron a demostrar la comisión del delito de malversación
Por tanto, quedan anuladas las penas de seis años de prisión y la inhabilitación absoluta por 15 años por las que fue condenado en el juicio por los ERE de Andalucía. El político no se encuentra en prisión como consecuencia del cáncer que padece.
El abogado de José Antonio Griñán, José María Calero, declara que su cliente "está contento y satisfecho", pero a la vez es consciente de que "todo el daño que ha sufrido es, de alguna manera, irreparable".
En la nota de prensa del Tribunal Constitucional, se informa de que se estima la vulneración del principio de legalidad penal y la presunción de inocencia. Con esto, cabe que Griñán pida algún tipo de indemnización por los daños causados, pero se trata de algo que no se suele hacer en España. "No tenemos mucho bagaje cultural y jurídico en España para ese tipo de reclamaciones", dice Calero haciendo referencia a las diferencias con otros países como, por ejemplo, Suiza.
En realidad, lo importante son las pérdidas que son irreparables como las oportunidades que ha perdido en estos años o el sueño de terminar su vida política interviniendo en foros internacionales o trasladando su experiencia a los más jóvenes.
Para Calero ha sido "un privilegio" estar cerca de Griñán en estos momentos duros y ha aprendido de su "sentido institucional y hombre de estado". El expresidente de la Junta de Andalucía "ha preferido el respeto institucional -a los magistrados y a la propia institución de la Justicia- a su propia defensa".
Durante todos estos años, Griñán ha tenido "la convicción de que se trataba de un claro error" y ha defendido hasta el final su inocencia durante toda su trayectoria vital.
Con todo, el abogado agradece la ayuda de Abraham Castro -catedrático de la Universidad Carlos III-, en el estudio de la malversación y la casación, y a Juan Antonio Lascuraín -catedrático de la Universidad Autónoma- en la demanda de amparo.
"Quiero compartir con ellos este momento de satisfacción por el buen resultado", finaliza Calero.