CON CARLOS RODRÍGUEZ BRAUN

Que no... Edward R. Murrow no acabó con la carrera del senador Joseph McCarthy

Carlos Rodríguez Braun nos desmiente en Más de uno aquella creencia de que Edward R. Murrow acabó con la carrera del senador Joseph McCarthy.

ondacero.es

Madrid | 02.12.2019 11:13

El mito es que la decadencia del macartismo se debió a un programa muy crítico con él, que Murrow presentó en marzo de 1954. En realidad, el macartismo estaba perdiendo popularidad entonces y hubo destacados periodistas que habían batallado contra McCarthy antes, pero que son poco recordados.

Pero, qué pruebas hay para devaluar la aportación de Murrow al declive McCarthy. Dos testimonios importantes. El primero es el propio Murrow, que declaró sentirse avergonzado porque tanta gente lo considerara un héroe, cuando no lo era. Le dijo a la revista Newsweek: "Es bastante lamentable que se piense que yo soy un valiente".

Y el segundo testimonio es de Fred W. Friendly, el personaje que interpreta George Clooney en la película. Friendly, co-productor del programa y presidente de la CBS, subrayó: "Decir que el programa de Murrow del 9 de marzo de 1954 fue el golpe decisivo contra el poder del senador McCarthy es tan inexacto como decir que Joseph R. McCarthy creó él solo el macartismo".

¿Quiénes fueron esos pioneros del periodismo anti-McCarthy?

El profesor Joseph Campbell menciona a James A. Wechsler, director del New York Post, y especialmente a Andrew Russell Pearson, llamado "Drew" Pearson, columnista y presentador de un programa de radio en la NBC. Atacó a McCarthy ya desde 1950, y el senador no se anduvo con chiquitas: lo insultó en el Senado y lanzó una campaña contra él, acusándolo de comunista, cosa que había sido en su juventud, pero ya no lo era. Logró que lo abandonaran los patrocinadores. En una ocasión, McCarthy y Pearson llegaron incluso a las manos en público. Como ves, hubo periodistas contrarios al macartismo mucho antes que Murrow.

Además, lo notable del caso es que se trata de un mito mantenido por muchos periodistas, a pesar de lo que dijeron los propios protagonistas, que eran también periodistas.