"Soy becario en la universidad, no diré cuál. Me he enterado de un trapicheo que implica una contratación irregular del hijo de un catedrático en una plaza a la que aspira gente con mejor CV. Esto lo sé porque lo he escuchado en el despacho del catedrático responsable del amaño, que es su propio padre, y se lo ha dicho a las claras a otros dos profesores del tribunal. Y lo peor es que estos profesores, que no quieren enemistarse con el pez gordo, y que son los que tomarán la decisión, dan por hecho que el chico estará aquí el año que viene.
Si digo algo, tengo todas las de perder, porque solo soy un becario: y no solo eso, mi carrera estará automáticamente arruinada. Lo que más rabia me da es que el chaval es un zoquete”.