¿Está Bolivia al borde de una guerra civil?

¿Esta el país andino al borde de un conflicto armado? Para tratar de responder a esta pregunta es necesario que retrocedamos al 29 de noviembre del 2017. Después de 11 años como presidente del país, Evo Morales convoca un referéndum para que el pueblo decida si puede presentarse por cuarta vez a las elecciones, pero el intento le sale mal. El 51% de los participantes rechazan su reelección y pese a asegurar que respetaría los resultados, el presidente recurre al Constitucional alegando que esta prohibición atenta contra sus derechos políticos. Para sorpresa de todos, el tribunal falla a su favor y permite que se presente tantas veces como quiera. En esta tesitura llegamos al 20 de octubre del 2019, fecha de las elecciones más polémicas de la historia reciente del país.

Inicialmente la jornada transcurre con normalidad, hay una alta participación y, como era de esperar, Evo Morales lidera el recuento aunque no con el margen necesario para evitar una segunda vuelta. A las 8 menos 20 de la noche, con el 85% de los votos contabilizados, su más inmediato perseguidor, Carlos Mesa se encuentra a menos de 10 puntos porcentuales, pero entonces ocurre lo inesperado: un apagón informativo.

Durante las siguientes 23 horas, el tribunal electoral no actualiza los resultados, y cuando lo hace, la tendencia ya ha cambiado. Morales gana con el margen justo para evitar la segunda vuelta y se declara como ganador. La oposición y la OEA denuncian entonces un fraude electoral y los manifestantes toman las calles sumiendo al país en la completa incertidumbre.

Agobiado por la presión política, mediática y social, el 10 de noviembre Evo Morales anuncia que se repetirán las elecciones y se renovará por completo el Tribunal Electoral. Horas después de su anuncio, la cúpula militar del país realiza otra transmisión histórica, una sugerencia que muchos interpretan como un golpe de estado. Ese mismo día Evo Morales anuncia su dimisión.

Dimite y se va del país con dirección a México en una delicada operación diplomática. Tres semanas después Morales se muda a Argentina desde donde sigue haciendo campaña por su partido como candidato a la vicepresidencia. En Bolivia la periodista y vicepresidenta del Senado, Jeanine Añez, asumió la presidencia del país de manera interina. Pero después llegó la pandemia y lo paralizó todo. La crisis sanitaria ha obligado a retrasar varias veces la repetición electoral lo que ha provocado las protestas de las últimas semanas por parte de los seguidores de Evo Morales. Finalmente las elecciones se celebrarán el 18 de octubre, ese día, Bolivia tratará de dejar atrás estos fatídicos meses que la dejaron al borde de una guerra civil.