Ángeles Caballero: "Mi madre llamaba Hasán Jesulín a Sadam Husein"
Ángeles Caballero habla en su sainete de Más de uno de los motes más graciosos y ocurrentes que conoce.
Lo de los motes es tan antiguo como la historia del hombre. En la Antigüedad ya estaban Plinio "el viejo" y "el joven", y se ponían motes hasta a los emperadores romanos. Cayo César Germánico, por ejemplo, conocido como Calígula. Su apodo viene de caliga, que era un calzado que usaban los soldados y que él llevaba desde pequeño.
Pero lo que más le gusta a Ángeles Caballero es que los motes son muy de pueblo. En el suyo, Getafe, recopilaron una sarta enorme de motes de sus ciudadanos. Entre ellos, Ángeles destaca a "Mariano el de la vez", "El turuta" o "El Trenero", que era como llamaban a su abuelo. También destaca el mote de "La Bocadulce", así llamaban a una joven que torcía la boca hacia un lado; probablemente debido a una parálisis facial, o como se decía entonces "le dio un aire".
En Requena tienen un Diccionario del lenguaje histórico y del habla popular y vulgar de la comarca Requena-Utiel donde destacan algunos apodos compuestos como Matafrailes, Juanrabo, Gachamiga, Meapilas, etc. Muchos de los motes son evidentes en su morfología, porque representan algún rasgo de la persona. Diego Fortea cuenta que en Requena está Enrique el Morrovaca, Anita la Despellejá, Gemma la Bigotes...
Ángeles cuenta que en el colegio sus amigas y ella llamaban a la conserje como "El amo del calabozo", la profesora de Geografía e Historia era "La tacones lejanos" y también estaba la madre "Ajo", la madre Maria José, "que era un poco agria", comenta.
Luego, estaban los motes que ponían en la calle o en su casa. Por ejemplo, estaba "La culo contento" una vecina que siempre andaba contoneándose mucho, "El aéreo" por sus orejas, "El duda" y "La casiguapa".Uno de los más graciosos es cómo llamaba su madre a Sadam Husein, que lo cambiaba y decía: "Hasán Jesulín".