Carlos Alsina recomienda la lectura del reportaje sobre Hugo y su transplante de corazón
"Que un periódico le dedique diez páginas a un tema como este es motivo de celebración".
on la nana de Max Richter de fondo, Carlos Alsina recomienda la lectura del reportaje sobre la historia de Hugo y su transplante de corazón que publica el diario EL Mundo y firma Pedro Simón.
Es la historia de Hugo Guedes Granado, que tenía 15 meses cuando Pedro Simón lo vió por primera vez y ya llevaba cuatro hospitalizado porque tenía un corazón demasiado grande y había que cambiárselo.
Era un niño supersano que comía muy bien, que siempre reía hasta que pasó lo de la bañera: Un día su padre llegó de noche a bañar al niño y empezó a vomitar, perdió el conocimiento y no respiraba. En el hospital le dijeron que había sufrido una parada cardíaca. Una semana de UCI, un mes en planta y cuando faltaban dos días para darle el alta le dio otra crisis cardíaca y otra vez la UCI y luego, la noticia de que Hugo necesitaba un trasplante de corazón.
De Canarias se trasladaron al hospital de la Paz en Madrid, allí es donde los conoció el periodista.
Destaca Alsina esta frase de la madre que le dijo a Pedro Simón: "sé que suena mal lo que te voy a decir, pero para que mi hijo tenga un corazón tiene que morir otro niño". "¿Lo piensas?" , le preguntó Pedro, "lo piensas y lo quieres, porque a cada uno nos mueve lo nuestro".
Cuenta el reportaje también que en aquel momento los padres no sabían que a Hugo le iban a salir los primeros dientes en el Hospital y que aprendería a caminar en el hospital y que diría sus primeras palabras también en el hospital.
Relata Pedro con detalle cómo fue el trasplante, la operación, las cuatro horas y cincuenta y siete minutos desde que el corazón fue extraído de un niño hasta que empezó a latir en este otro niño de nombre Hugo. Las diecinueve grapas de la herida. Y la recuperación.
Lo normal es que pase un mes hasta que llegue el alta médica pero Hugo recibió el alta en dos semanas y media. El médico señaló sobre la recuperación que los hay increíbles, como ese niño que se puso a bailar encima de la cama de la UCI, los hay muy pequeñitos que tienen pesadillas, los hay adolescentes que tienen miedo y te hacen preguntas y luego está Hugo, lo de Hugo y la rapidez con la que se recuperó.
El padre cuenta que la primera vez que vio la costura en la UCI le impresionó tanto que se cayó hacia adelante y se dió contra una tubería de agua, "ves esa marca y te recuerda que el corazón no es suyo", dice. El periodista le pregunta qué le dirás el día que te pregunte por la cicatriz y el padre contesta "le diremos que es una puerta y que si esa puerta no se abría, si alguien no la abría, él no podría haber vivido en este mundo".
En Más de uno nos ha confesado que cuando vio la herida fue la primera vez que lloró y que este reportaje ha sido una oportunidad para cantar victoria a través de la papel.