Con Beatriz Ramos Puente

La solitaria muerte de George Bell

Ex miembro del Ejército de los Estados Unidos, este hombre murió solo, a los 72 años, sin que nadie reclamara su cadáver ni le organizara un funeral, al igual que otras 50.000 personas que fallecen cada año en Nueva York sin que nadie les eche de menos.

ondacero.es

Madrid | 03.11.2015 08:40

A Geoge Bell lo encontraron un día cualquiera de 2014 en el salón, encima de una alfombra manchada de un edificio de apartamentos en el barrio de Queens. El mal olor que salía de su vivienda fue la que hizo que los vecinos alertaran a la policía.

Por la descomposición de su cuerpo era evidente que había muerto hacía días, mientras la vida seguía a su alrededor.

Su cuerpo fue trasladado a una morgue de un hospital cualquiera a la espera de que alguien lo reclamara. Nadie lo hizo; nadie recogió su cuerpo, ni le organizó un funeral ni lloró su muerte.

Los investigadores que visitaron su casa en busca de algún contacto a quién comunicarle su fallecimiento no encontraron nada significativo, la única cama era un sofá desplegable en la sala de estar, la cocina no se había utilizado en mucho tiempo, las estaban llenas de cintas de música y videos: "Top Gun" o "Braveheart", entre ellos y no había ni un móvil ni un ordenador en el que rastrear

Las fotografías y documentos dieron una idea de la que había sido su vida los 72 años que duró: un hombre de cuello ancho y cara carnosa que nació en el 42 y que perteneció al Ejército, aunque se dio de baja en 1966.

Como la mayoría de los neoyorquinos, vivió bajo el anonimato. Es la historia de George Bell, y de otras 50.000 personas que mueren cada año en Nueva York, solos, y sin que nadie les eche de menos.