A 1.500 metros de distancia se encuentra este francotirador del Servicio Aéreo Especial del Ejército británico. Tiene una única opción de cumplir con éxito la misión y sólo puede realizar un disparo. Si falla, se desvela su presencia, y los rehenes mueren. Si no acierta, también morirán los civiles y huirán los terroristas. Y el francotirador hace un solo tiro, en el que la respiración es fundamental
"Tienes que bajar el ritmo cardíaco, estar tranquilo y disparar entre un latido y otro" cuenta Chris Kyle, el francotirador más letal de EE.UU., apodado por los iraquíes como el'demonio de Ramadi'.
El caso es que el británico acierta. Dispara con una Barrett calibre 50, una sofisticada arma tipo fusil que, tras impactar en el depósito del lanzallamas, lo hace explotar en una enorme bola de fuego que envuelve a los cuatro militantes de Daesh, el brazo ejecutor y los otros 3 que estaban allí para registrar su hazaña en vídeo .Los 12 rehenes, atados en jaulas a la espera de su muerte, son rescatados sanos y salvos, poniendo fin a una de las peores pesadillas para un francotirador
"Sólo me arrepiento de los que no he podido salvar, es lo que me despierta por las noches, pero cada disparo que he hecho ha sido justificado"
Una sola bala 4 muertos y doce personas vivas.
Según el Daily Mail, uno de los yihadistas abatidos, aficionado a ejecutar a civiles y enemigos con esta brutal técnica de quemarlos vivos, estaba en la lista de objetivos a eliminar de EE.UU. desde hacía meses.