HISTORIA DE BEATRIZ RAMOS

El duro camino de Moacir Zeledon hasta encontrar una vida mejor

Moacir Zeledon un día decidió escapar de la pobreza en Nicaragua con destino hacia Estados Unidos. Beatriz Ramos, buenos días. Entonces era un niño feliz aunque con un horizonte difícil en su país natal, Nicaragua.

ondacero.es

Madrid | 24.02.2016 06:58

Su madre trabajaba todo el día y su padre bebía, Su vida a los 11 años se resumía también en beber para olvida hasta que apareció un televisor en su casa. Moacir y su madre comenzaron un viaje de no retorno hasta que se encontraron con lo que él llama la “pesadilla mexicana”.

Fue arrestado, encarcelado y con una orden para volver a Nicaragua, que no cumplió. Su madre le llevó a una casa de acogida para niños (“Misión México”) y le dijo que volvería a por él tan pronto como pudiera.

Moacir fue acogido por Pam y Alan, una pareja a la que el resto de pequeños llamaban papá y mamá, aunque él sólo esperaba la llamada de su madre. Llamada que se produjo pero sin opción al reencuentro y Moacir entró en cólera

No volvió a saber nada de ella y así estuvo hasta que un día fue a la playa con el resto de niños y les vio haciendo surf, y supo que quería formar parte de esa alegría que manifestaban. Su orgullo se vio golpeado por las olas hasta el punto de abandonar, entonces su padre de acogida.

Así empezó a apreciar su nueva vida y a perdonar. Y se dio cuenta de que en algún momento de ese viaje que emprendió en Nicaragua perdió su sueño, pero encontró otro mejor. Su nuevo hogar le ha dado grandes oportunidades: a los 20 años recibió una beca para estudiar en Australia. Y ahora sí llama “papá” y “mamá” a Pam y Alan.