Madrid | 30.01.2023 06:00 (Publicado 30.01.2023 03:40)
En la Antigüedad los persas comerciaban con betún, un líquido negro y viscoso al que se le atribuían propiedades saludables, y al que se conocía en su idioma como “mummia. De ahí la confusión cuando los mercaderes orientales contemplaron por primera vez a las momias egipcias, descubriendo gozosos que estaban recubiertas por betún, es decir, por el “mummia” persa. Pero, no era cierto. En realidad las momias estaban recubiertas por un ungüento hecho de resinas especiales, bastante similares al betún, cuya función era mantener en el mejor estado posible la conservación de la momia.
Como la "mummia" según los antiguos tenía todo tipo de virtudes curativas; cicatrización de úlceras, reparación de huesos rotos , curación de epilepsia , pasando por el típico dolor de muelas…etc La demanda en todo el mundo fue devastadora. Desde los más ricos a los más pobres querían tener en su botiquín un poco de polvo de momia.
El oficio de saqueadores de tumbas aumento exponencialmente y, además de robar las momias para que fueran trituradas, no cuidaban el entorno del sepulcro destrozando sin miramientos, cualquier posible vestigio arqueológico y robando las reliquias o joyas que allí se encontraran. Vamos un despropósito de principio a fin. Y ya sabemos que la avaricia rompe el saco. Y por eso cuando comenzaron a escasear las momias egipcias los picaros comerciantes se buscaron las mañas y comenzaron a crear ellos mismos sus propias momias.Si has oído bien…Las creaban ellos mismos y te vamos a contar como lo hacían.