Mujeres Con Historia: Eliza Scidmore, la mujer que fue clave para el éxito de la revista National Geographic
Silvia Casasola nos presenta en 'La rosa de los vientos' la historia de Eliza Scidmore, la mujer que fue clave para el éxito de la revista National Geographic.
Silvia Casasola nos presenta en 'La rosa de los vientos' la historia de Eliza Scidmore, la mujer que fue clave para el éxito de la revista National Geographic.
¿Quién fue Eliza Scidmore?
Nacida el 14 de octubre de 1856 en Clinton, Iowa, Eliza Scidmore creció en el seno de una familia acomodada que le sufragó los gastos de una buena educación en el Oberlin College. Su hermano, un diplomático de carrera que sirvió en el Lejano Oriente entre 1884 y 1922, le abrió las puertas de un mundo inaccesible para las mujeres del momento.
A su regreso a Washington en 1885, Eliza se mostraba entusiasmada por transmitir algunos de los aspectos culturales más reseñables de las sociedades que había conocido viajando junto a su hermano. Es por eso que en 1855, decidió plantar numerosos cerezos japoneses en la capital estadounidense.
A pesar de que inicialmente su idea apenas suscitó interés, ese mismo año logró cautivar a la sociedad norteamericana con la publicación de Alaska, su costa sur y el archipiélago de Sitkan, la ópera prima que le brindaría, entre otras cuestiones, el acceso en 1890 a la National Geographic Society, poco después de su fundación.
Scidmore se convirtió en corresponsal habitual y más tarde en la primera mujer fiduciaria de esta organización sobre educación y ciencia. No en vano, tras su entrada en la Sociedad pudo realizar diversos viajes que dieron lugar a Los días de Jinrikisha en Japón (1891), De Oeste a Lejano Oriente (1892), Java, el Jardín del Este (1897), China, el Imperio de larga vida (1900), Invierno de India (1903), así como a la publicación de diversos artículos de la National Geographic Magazine.
Con su reputación en la cima del panorama intelectual, el proyecto de plantar cerezos en flor de Scidmore comenzó a dar resultados debido a que, en 1909, la primera dama Helen Taft se interesó por la idea. Con el apoyo activo de la primera dama, los planes se movilizaron, pero el primer esfuerzo tuvo que abortarse a causa de la infestación. Sin embargo, los esfuerzos subsiguientes resultaron exitosos, y hoy en día muchos visitantes disfrutan de la sakura del Parque West Potomac y otras áreas de la capital, particularmente durante el Festival nacional de los cerezos en flor.
Finalmente, tras la publicación de Como Ordena La Haya, Eliza dejó paulatinamente sus publicaciones hasta que, en definitiva, murió en Ginebra (Suiza), el 3 de noviembre de 1928, a la edad de 72 años. Su tumba se encuentra en el Cementerio Extranjero de Yokohama, Japón, junto a las tumbas de su madre y su hermano.