Materia Reservada: Guantánamo cumple veinte años
Han pasado dos décadas desde la llegada de los primeros prisioneros a esta cárcel estadounidense de máxima seguridad situada en una base naval en Cuba. Fernando Rueda recorre la historia de este lugar infame.
Han transcurrido dos décadas desde que aterrizaran en Guantánamo los primeros presos vestidos con monos de color naranja. Se trata de una cárcel estadounidense de máxima seguridad que fue ideada por el Gobierno norteamericano para encerrar a sospechosos de terrorismo.
Un lugar inhumano
Llama la atención el hecho de que este centro de detención, construido en tan solo noventa y seis horas tras la conmoción de los atentados del 11 de septiembre de 2001, se ubicó en una base naval al este de Cuba, reclamada por el propio Gobierno cubano por considerarla un territorio ocupado. Allí las leyes y garantías estadounidenses no eran aplicables, de tal modo que letrados y familiares no tenían acceso a este lugar definido, en palabras del Pentágono, como “lo peor de lo peor”.
Guantánamo terminó convirtiéndose en un símbolo de abusos y torturas por parte de un país que se estima el faro de la democracia. Llegó a albergar a setecientos ochenta prisioneros de cuarenta y nueve nacionalidades distintas, entre las que destacan la afgana, saudí, yemení y paquistaní.
También es, cuanto menos, llamativo el hecho de que cuando estas personas fueron detenidas, sus edades oscilaban entre los trece y los ochenta y nueve años.
¿Cuándo se cerrará Guantánamo?
Veinte años después de su apertura, la prisión más infame continúa abierta con treinta y nueve presos, para disgusto de las organizaciones de derechos humanos y del propio Gobierno. Del mismo modo que intentó Barack Obama, el predecesor demócrata del actual presidente, Joe Biden llegó a la Casa Blanca con la promesa de cerrar este lugar que incluso el propio Bush quiso clausurar.
Después de que Donald Trump paralizara este proceso, Biden ha retomado la tentativa, pero las dificultades para trasladar a los reclusos a causa de las restricciones impuestas por el Congreso, han convertido a Guantánamo en una mancha indeleble en la lucha de Estados Unidos contra el terror.
Sin duda sigue siendo una demostración de lo peor de un Estado y del daño que los seres humanos son capaces de inferir a sus semejantes. Guantánamo es un lugar inexpugnable dondela tortura y la impunidad estaban-y es de suponer que aún están-, a la orden del día.