Fernando Rueda nos cuenta que el comisario Villarejo a principios de los años 80 estaba en excedencia y montó un número muy elevado de empresas de todo tipo. Con el gobierno de Felipe González se ofreció a volver y convertirse en un agente encubierto. "Quiere decir que sigue siendo policía pero nadie sabe que es policía. entonces empezó a hacer todo tipo de misiones que hacen referencia a la banda terrorista ETA, a narcotráfico, al tráfico de armas..." afirma.
"El caso de Villarejo es especial porque normalmente estos agentes oscuros lo que montan es una empresa, no quince. digamos que esta es la primera característica de Villarejo con los casos de los demás" asegura.