La poetisa Beatriz Russo da el salto a la narrativa de la mano de Bruna, una novela donde la escritora presenta la divertida y descarnada historia de una mujer exitosa en lo profesional, pero fracasada en el amor cuya soledad inunda algunas de las facetas más relevantes de su vida.
"Bruna Vals tuvo que caminar durante seis años para darse cuenta del alcance de sus pasos. Su vida transcurre en una eterna huida para escapar de su vacío existencial y de su soledad. Autodestrucción, pulsiones sexuales, relaciones tóxicas, vigorexia, adicción a las series?". Así nos presenta Russo la sinopsis de esta historia donde utiliza un tono mucho más ligero que en sus trabajos líricos -el último, La llama inversa-, a pesar de que la ligereza simplemente constituye el envoltorio de una comedia muy contemporánea sobre la soledad.
La protagonista es una ejecutiva de recursos humanos que trabaja en un banco y que, a pesar de su éxito laboral, se siente muy fracasada en el terreno sentimental. Ambientada en la capital a inicios del vigente siglo, en un tiempo post 11-S, con el euro todavía implantándose, Bruna entra en una deriva de crecientes tensiones, de estrés casi violento, en cuanto que el reloj biológico apura los días y la pone ante el dilema de afrontar o no el proyecto de la maternidad.
En palabras de la propia escritora, Bruna vive "una montaña rusa emocional" en una narración con un ritmo vertiginosos que nos muestra todas las facetas de su protagonista.
Beatriz Russo (Madrid, 1971) ha pasado toda su vida ejercitándose en la novela, antes incluso de optar por la poesía, un género cuya producción crepita de forma natural sobre la prosa. Licenciada en Filología Hispánica, todavía no se había decidido a publicar una novela -ni siquiera cuando ganó el premio de literatura erótica Istar con La versión de Eva Blondie-. No obstante, ya ha superado la barrera del debut narrativo con Bruna, una novela cuya crítica ha resultado muy favorable.