Ecos del pasado: La misteriosa Isla de Pascua
En 'La rosa de los vientos' hablamos con Laura Falcó Lara, la presidenta de Prisma Publicaciones, sobre el volcán sagrado de la Isla de Pascua.
En medio del inmenso océano Pacífico, existe la pequeña pero mundialmente conocida Isla de Pascua. Su historia resulta emocionante, no solo por nacer del fuego, sino también por las centenares de Moáis -esculturas monolíticas humanoides- que recorren el perímetro de esta tierra volcánica.
Hace varios millones de años tres volcanes del Pacífico -el Poike, el Terevaka y el Rano Kau- entraron en erupción sembrando la semilla de este remoto pedazo de tierra. A lo largo de la historia se produjeron erupciones secuenciales que, finalmente, derivaron en la curiosa formación triangular que se aprecia hoy en día en la Isla de Pascua: la punta más alta de una amplia cordillera submarina que nace desde la placa de Nazca.
Si bien, Isla de Pascua está conformada por varios volcanes y cerros existen unos cuantos que cumplieron un rol principal. Y, en efecto, hablamos en pasado porque todos estos volcanes y los 70 conos menores que conforman la totalidad de la isla están extinguidos hace más de 10.000 años.
El volcán sagrado
Si existe un volcán absolutamente magistral es Rano Raraku. Conocido como la cantera del Moái, se erige en el sagrado lugar que proveyó la materia prima para la construcción de los Moáis. Este volcán no contribuyó con la formación de la isla, pero sin duda es uno de los lugares más mágicos del lugar por la misteriosa historia que acoge.
Se cree que entre el año 700 y 1600 d.C. la civilización de los rapa nui dedicó buena parte de su tiempo a la construcción de estos Moáis. Las más de novecientos esculturas conocidas fueron labradas en toba obtenida del cono volcánico de Rano Raraku.
Sin embargo, todo indica que la cantera fue abandonada repentinamente debido a que todavía quedan más de cuatrocientos Moái en diferentes fases de construcción en el entorno del cono volcánico de Rano Raraku. Prácticamente todos los Moái terminados, originalmente situados sobre una plataforma o altar ceremonial, llamada ahu en idioma rapanui, fueron posteriormente derribados por los isleños nativos en el período siguiente al cese de la construcción, en el siglo XV. En cualquier caso, desde 1956 unos pocos de ellos han sido restaurados.
El significado de los Moáis
El significado de los Moáis todavía hoy es incierto, aunque existen varias teorías en torno a estas estatuas. La más extendida sostiene que las estatuas fueron talladas por los habitantes polinesios de la isla como representaciones de antepasados difuntos, de manera que proyectaran su poder sobrenatural sobre sus descendientes. Debían situarse sobre plataformas ceremoniales con sus rostros hacia el interior de la isla y, tras colocarles ojos de coral con pupila de obsidiana o roca volcánica roja, se convertían en el "rostro viviente"de un ancestro.
Otras teorías sugieren que estas estatuas ceremoniales fueron colocadas para señalar los lugares donde se encontraba el agua potable, un recurso difícil de encontrar en la isla. Descubrieron que en los lugares donde no hay Moáis tampoco hay agua dulce, y en los lugares donde hay Moáis, incluso en el interior de la isla, hay fuentes cercanas de agua potable.