El monólogo de las ocho: "Todas las versiones que ha ofrecido el Gobierno sobre el 'Caso Delcy' son mentira"
Rafa Latorre reflexiona en La Brújula sobre el informe de la UCO sobre el caso Koldo y la visita de Delcy Rodríguez a España.
Madrid |
Ayer les decíamos que Víctor de Aldama había ingresado en el olimpo de la corrupción de España. Por el momento aún de forma indiciaria, pero con indicios lo suficientemente sólidos como para que un juez haya dictado prisión preventiva contra él.
Lo que lo ha motivado es el caso de los hidrocarburos, un asunto que corre en paralelo al caso de las mascarillas. El problema es que Víctor de Aldama, según los informe de la UCO, es el nexo conductor de las tramas con la administración. Víctor de Aldama está presente nada menos que en las negociaciones para el rescate de Air Europa y Víctor de Aldama es, siempre según la Guardia Civil, el muñidor del apestoso viaje de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, a España. Una mujer que tenía prohibida la entrada en el espacio Schengen y al que el Secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, fue a recibir al aeropuerto de madrugada después de haber informado al gran jefe, a Pedro Sánchez, en un mensaje que consta en un demoledor informe policial.
La entrada en prisión llega después de que la Guardia Civil acusara al comisionista del caso Koldo, Víctor de Aldama, de "transferir al extranjero más de 70 millones de euros" mediante "operativas compatibles con la ocultación" en la que también enclava la colocación de "muebles e inmuebles a nombre de terceros pese a disfrutar de ellos".
Se hace preciso traducir del farragoso lenguaje policial: Víctor de Aldama cobraba comisiones a cambio de conseguir adjudicaciones a empresas y luego limpiaba el dinero con regalos patrimoniales. Y aquí es donde uno recuerda algunos episodios sueltos de esta crónica de la inmundicia, como cuando Koldo García informaba de que el jefe Ábalos quería una casa en Sotogrande.
El problema es que Aldama es uno de esos zascandiles omnipresentes en las operaciones de la administración y es inevitable pensar que todo puede estar bien conectado.
El comisionista Víctor de Aldama maniobró para conseguir que el Gobierno de Pedro Sánchez rescatara Air Europa con una inyección de 435 millones de euros. Así lo reflejan los mensajes intervenidos a Aldama por la Guardia Civil incorporados al informe en que la UCO da cuenta al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno del estado de la investigación del caso Koldo.
Aldama estaba siempre al tanto de los pasos del Gobierno e informaba de ello a Javier Hidalgo, por entonces CEO de la Globalia, propietaria de la aerolínea. En uno de ellos informa de un encuentro entre el presidente del Gobierno, la entonces vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, y el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, que era en quien Aldama tenía influencia directa.
Ahora es cuando la memoria dispara los recuerdos. Los viajes a Georgia, las reuniones con Begoña Gómez, pero también las maniobras para quitarle el caso a Ismael Moreno y dejarlo en manos de la Fiscalía Europea.
En el informe de la OCU aparecen nombres de la relevancia de los entonces presidentes autonómicos Ángel Víctor Torres y Francina Armengol. De Armengol se incluyen algunas conversaciones con Koldo, porque Koldo contactó con Armengol para recomendarle empresas de PCR: "Cariño, te mantengo informada de todo" y esta le dio el teléfono de su consejera de Salud.
Ahora, de todas las conversaciones una destaca sobre el resto por la relevancia de uno de los interlocutores. Pedro Sánchez, que había sido informado del viaje de Delcy a España por su hombre de confianza en el partido y en el gobierno, José Luis Ábalos.
Una conclusión preliminar. El mensaje con el que Ábalos informó a Sánchez del viaje fue: "Y para acabar de molestarte, la vicepresidenta de Venezuela viene en privado el lunes y quiere verme discretamente como continuación del encuentro que tuve con el ministro de comunicación (que es su hermano). La gestión que acordamos en favor de las empresas españolas ha permitido que Duro Felguera haya cobrado una importante deuda".
Esto fue el 16 de enero de 2020. Cuatro días después, Delcy llegaba a España y un mes después Pedro Sánchez respondía en el Senado a una pregunta del PP.
Conclusión preliminar: todas las versiones que ha ofrecido el Gobierno de este turbio asunto son mentira. No es verdad que se enterara Ábalos cuando estaba en vuelo, no es verdad que fue una decisión exclusivamente suya y no es verdad que todo respondiera a la necesidad de evitar un conflicto diplomático.