El monólogo de las ocho: "Ábalos jugaba un papel principal en "una organización criminal" y en el PSOE de Sánchez"
Rafa Latorre reflexiona tras la decisión del juez de pedir al Supremo que investigue a Ábalos. Y en el aire una serie de preguntas sobre el caso, pero una más.
Madrid |
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, lo tiene bastante claro. Llamarle a esto caso Koldo es darle demasiada importancia a un correveidile. Este es, con toda justicia y merecimiento, al menos por ahora, el caso Ábalos.
El compañero más importante de la vida política de Pedro Sánchez está en el centro mismo de la presunta organización criminal que hizo un negocio formidable con las comisiones de las mascarillas en plena pandemia.
Porque a todo esto cómo responde el Gobierno, recrudeciendo su campaña contra Ayuso mediante la publicación de los gastos que su novio trató de desgravarse lo cual no implicaría más que una mera infracción tributaria, pero a cambio confirma que el aparato del Estado, de Haciendo a la Fiscalía y ya veremos si pronto Interior y hasta Sanidad están implicación en una campaña de destrucción civil contra un adversario… peor, contra el novio de un adversario.
Esfuerzo melancólico… porque hoy desde luego no es un buen día para Pedro Sánchez, que también ha visto cómo la Justicia archivaba la tercera querella presentada contra el juez Peinado. Lo que pretendía ser una maniobra intimidante ha terminado siendo el más eficaz legitimador de la investigación sobre Begoña Gómez por corrupción.
Si José Luis Ábalos jugaba un "papel principal" en una organización criminal, como señalan todos los indicios recabados por el juez, es que la organización criminal operaba desde el núcleo mismo del sanchismo. Porque donde Ábalos jugaba un papel principal es en el Gobierno de Sánchez y en el Partido Socialista de Sánchez.
No es el caso Koldo, es el caso Ábalos. Al menos por ahora. El juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha acordado elevar una exposición razonada al Tribunal Supremo para que investigue al exministro de Transportes y actual diputado del Congreso José Luis Ábalos ante los "indicios fundados y serios" de su "papel principal" en una organización criminal que supuestamente se lucró con la venta de mascarillas durante la pandemia.
El problema es que la cercanía de Ábalos de Pedro Sánchez era muy estrecha y esa es la razón por la que Víctor de Aldama y el Uno, the One, se conocieron. Quedan muchas preguntas por resolver. La primera es por qué el Director adjunto Operativo de la Guardia Civil, el DAO, está tan preocupado por el contenido de los discos duros que se le encontraron a Ábalos y cuyo contenido están ahora mismo analizando. La otra pregunta tiene relación con esta, seguramente… ¿Cuántas veces se reunieron Pedro Sánchez y Begoña Gómez con el nexo de la trama corrupta, Víctor de Aldama?
Esta pregunta debería hacérsela la oposición en cada ocasión que se le presente, porque es una de las claves para dirimir si el caso Ábalos no es el caso Sánchez. El presidente se ha negado siempre a explicarlo. Alberto Núñez Feijóo ha planteado directamente estas preguntas a Pedro Sánchez en el hemiciclo y hoy lo ha hecho a través de los periodistas del Congreso.
Hoy Alberto Núñez Feijóo ha convocado a los medios en el escritorio del Congreso porque considera que todo lo que está ocurriendo requiere un tratamiento excepcional. “Vengo a pedir formalmente en sede parlamentaria la dimisión del presidente del Gobierno”, ha dicho.
Hoy la sesión de control ha tenido la corrupción como principal tema en el orden del día, pero allí no estaba Pedro Sánchez, que anda de viaje oficial en Portugal, en Faro, para acudir a una cumbre hispanolusa. La exposición razonada enviada al Tribunal Supremo incorpora como "indicio relevante" contra Ábalos su papel en el rescate de la compañía y la reunión que mantuvo con Pedro Sánchez y Nadia Calviño. Son hechos extraordinariamente relevantes que afectan al Uno. El auto sitúa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en reuniones clave para la tramitación de la ayuda a la compañía de Globalia y certifica la participación en esas gestiones del presunto comisionista Víctor de Aldama, que actualmente se encuentra en prisión provisional. Es que el problema es que Víctor de Aldama es un personaje clave en el rescate de Air Europa. ¿Necesario? Puede. Desde luego decidido en tiempo récord.
Antes me refería a la preocupación por la información extremadamente personal que contiene dos discos duros de Ábalos. No es cualquiera el que ha manifestado su alarma. Es nada menos que el DAO (Director Adjunto Operativo) de la Guardia Civil y lo sabemos porque con suma torpeza lo compartió en un grupo de whatsapp donde se encontraba el propio Ábalos.
Este auto, por cierto, incluye la historia de Jessica que es la acompañante que Ábalos mantenía con generosas sumas de dinero. Le dio un sueldo de INECO y de otra empresa dependiente de Transportes. O sea, dinero público. La organización le habría pagado el piso de 2700 euros mensuales en la Torre Madrid y luego Ábalos le daba 1500 euros cada vez que le acompañaba en un viaje. Pero dice que este no era dinero de público. ¿De dónde salía? ¿Era de su bolsillo?
Hay una pregunta que permanece sin respuesta desde hace años. ¿Qué sabía Sánchez de Ábalos cuando lo fulminó como ministro de Transportes y secretario de Organización? Nunca ha respondido cuáles fueran las razones por las que rompió toda relación con su hombre de mayor confianza. Hoy tampoco lo ha hecho. A pesar de que le preguntaron por ello.
Hoy no es un buen día para Sánchez. Van a tener que filtrar algo más que unas hojas de gastos para curarse el disgusto. Todo era previsible y eso quizás es lo más grave, incluso la enésima campaña contra Ayuso para tratar de salir del trance.
Era previsible que la Audiencia Nacional señalaría el papel central de José Luis Ábalos en la presunta organización criminal que había alcanzado el núcleo de poder del sanchismo. Tampoco supone una sorpresa que hayan tumbado la tercera querella de las presentadas para intimidar al juez Peinado por su investigación de posible corrupción de Begoña Gómez.
El domingo parte hacia otro destino. La India. Una visita en la que le va a acompañar Begoña Gómez. Primer viaje oficial de la presidenta desde que fue imputada por el juez Peinado. Otra vez hay que reiterar: no hay un caso Peinado, hay un caso Begoña Gómez. Pero esta vez hay que reiterarlo si cabe con aún más autoridad, porque han caído todas las querella presentadas para intimidar al magistrado.