La Mirada Cítrica: "La inflación no nos suelta"

El Instituto Nacional de Estadística sigue erre que erre, dando disgustos al Gobierno. La última encuesta de presupuestos familiares revela que en el pasado año el gasto medio de las familias fue de 29.244 euros. Esto supone que sigue por debajo del nivel de gasto anterior a la pandemia y eso que repuntó frente al año 2020, el del confinamiento. Esta es la mejor muestra de que todavía queda trecho para conseguir la plena recuperación económica.

Los datos de la encuesta de presupuestos familiares también revelan que las actividades con contacto social, como restaurantes, hoteles, ocio o cultura, son las que todavía tienen que recorrer un mayor camino para recuperar el gasto que había en 2019 antes de la pandemia. Están alrededor del 20% por debajo de aquel nivel.

El INE revela otra cuestión preocupante, y es que un tercio del gasto de los hogares españoles ha ido directamente a pagar la casa, al agua, al recibo de la luz o de los combustibles. También que el transporte es uno de los sectores donde más crece el gasto, un 18% arriba. Esto muestra que el año pasado, desde el verano, las familias comenzaron a notar en sus bolsillos el encarecimiento de la energía. La inflación no nos suelta.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha tenido que elevar el tono de su discurso. Hará todo lo posible para controlar la inflación para que regrese al objetivo del 2%. En Sintra, en la ciudad decadente y veraniega de la antigua familiar real portuguesa, en el Foro de Bancos Centrales, Lagarde ha prometido llevar la política monetaria tan lejos como sea posible.

Así que la inflación no es una cosa que se invente el Instituto Nacional de Estadística. Cualquier consumidor es consciente de cómo mengua el valor de su moneda al mismo ritmo que se elevan los precios, nombre el Gobierno a quien nombre al frente del INE. La inflación también afecta al gasto público. Otra prueba es el aumento de la factura de las pensiones. Nuevo récord mensual 10.830 millones de euros en junio para abonar casi 10 millones de pensiones.

Donde se pone el sol, se nubla el futuro es en Abengoa, la ingeniería andaluza de las centrales termosolares de altas temperaturas ha sido dejada a la mano de la providencia por el Estado. La SEPI, el conglomerado empresarial de Hacienda, ha comunicado oficialmente a Abengoa que rechaza su rescate. No es Plus Ultra ni Celsa, ni una hotelera ni una clínica dental, es una de las principales tecnológicas del país. Es una empresa con 6.000 millones de deuda y con 5.000 trabajadores. Abengoa lleva dando tumbos desde hace casi una década y ahora queda al borde del precipicio.