| 02.09.2020 21:29
Los datos que se van conociendo de la marcha de la economía están rellenos de claroscuros como si fuera un cuadro de Caravaggio o un tango porteño.
Y encima nos anuncian que el recibo de la luz se va a encarecer un 25% en el último trimestre del año. La electricidad se elevará por el incremento del gas y de los costes por las emisiones contaminantes.
Dicen que no todo es negro o blanco, pero el Gobierno es nebuloso, grisáceo, a la hora de terminar si habrá o no bajas laborales en caso de cuarentena de los niños aunque estos no den positivo por Covid-19.
El vicepresidente Pablo Iglesias anuncia en la sexta que Trabajo está trabajando para establecer una baja por incapacidad con el 75% del sueldo dice que se cobrará
Sin embargo la ministra Portavoz se queda en el discurso de Sánchez. Ya hay baja laboral si hay Covid-19 y habrá flexibilidad laboral para los progenitores si el niño va a casa sin virus. Conseguir coherencia debe ser duro.
En economía, los focos también se centraban en los datos del paro. Luces y sombras. El paro sube un agosto en casi treinta mil personas. En la Seguridad Social de media hay 6.800 afiliados más. Más allá del dato puntual hay que recordar que solo 50 días antes de la pandemia se había perdido millón de empleos.
El turismo se prometía como la última línea de defensa como el principal muelle de la recuperación. No ha sido así. Dos de cada tres agencias de viajes están a punto de desaparecer. Por eso quieren que los ERTE se amplíen hasta marzo. Quieren un plan y quieren que el Gobierno maneje la situación con cuidado.