El dinero que viene 13: El bitcoin como depósito de valor
El dinero no es ajeno a la transformación digital y cada vez se mueve más en la red y menos en nuestros bolsillos. Ana Comellas nos explica en esta serie de píldoras su transformación en La Brújula de la Economía.
El valor de las criptomonedas en euros ha caído bastante en las últimas semanas. Como vamos a analizar las criptomonedas desde diferentes ángulos, y su precio lleva siendo noticia varios días empezamos por considerar si el bitcoin es depósito de valor.
¿Qué es un depósito de valor?
Son activos, como el oro, las obras de arte o determinadas inversiones que, con el tiempo, como mínimo mantienen su valor; puedo utilizarlas para acumular valor porque sé que podré intercambiarlas por otros bienes en el futuro. El dinero es depósito de valor porque confiamos en la política monetaria del Banco Central Europeo. Pero Bitcoin nace para que no exista ninguna institución que lo controle, ¿puede acumular valor?
La respuesta es sí, porque sin duda lo ha acumulado, pero su volatilidad, lo que varían sus precios tanto al alza como a la baja, ponen en duda que pueda ser un depósito de valor como entendemos otros. Si acumulas oro, por ejemplo, no tienes la certeza de obtener un beneficio cuando lo vendas, porque dependerá de su precio en ese momento. Pero sabes que tu inversión va a conservar su valor.
Dentro de los depósitos de valor, quizá el más parecido al de las criptomonedas, es el mercado de divisas, que ya vimos. En ambos mercados, los precios se fijan por oferta y demanda, no hay un organismo que lo regule, dependen mucho de las expectativas. Pero hay una diferencia que determina que en el valor de las criptomonedas sea mucho más inestable.
Detrás de las divisas, hay un gobierno. Es verdad que algunos llevan a cabo políticas nefastas, y que muchas veces se ven superados por acontecimientos que nadie puede regular, como esta pandemia. Pero son, en cierta manera, relativamente controlables y predecibles.
El mercado de criptomonedas se mueve por la pura ley de la oferta y la demanda. En 2013, el Bitcoin era una cosa exótica que cambiabas por 100 euros. A finales de 2017 se empezó a hablar de él en los medios y tuvo un máximo de 11.850 euros, para bajar de los 3.000 un año más tarde. Sin embargo, justo un año después, en diciembre de 2019, cotizaba a 8.400 euros. Y ahora respira, porque en septiembre de 2020 te comprabas un Bitcoin por 9.200 euros, y desde ahí, a los 50.000 euros en 6 meses.
¿Y ahora, tras la caída de las últimas semanas?
Según algunos analistas, esto es una mera corrección de valor, justamente porque estaba formándose una burbuja, como hace unos días indicaba el Banco Central Europeo. Estos cambios de precio se deben a que no hay nada que respalde a Bitcoin, y casi únicamente se mueve por la especulación. Una persona como Elon Musk invierte en Bitcoin, subida tremenda. China veta la criptomoneda, caída. JP Morgan prepara fondos de inversión basados en criptoactivos, subida. Elon Musk deja de aceptar Bitcoin como medio de pago, descalabro.
La Bolsa, también está muy influida por los factores externos
El precio de las acciones también es muy volátil, pero hay una gestión empresarial que las respalda a largo plazo, responden ante unos accionistas y pagan dividendo. Amén de la supervisión de la CNMV. Si quieres invertir en una acción para que sea depósito de valor, eliges una empresa en cuya gestión confíes. Si quieres especular, te dejarás llevar más por esos factores externos para comprar y vender.
¿En Bitcoin nos queda sólo la especulación entonces?
A gran parte de los participantes, sí, por eso es tan volátil y da tanto miedo en los mercados. Otros, tienen confianza en el proyecto de Satoshi Nakamoto, en que el dinero nació para los intercambios entre iguales y no debe ser controlado por ninguna institución. De hecho, tiene el equivalente a una política monetaria que veremos un poco más adelante.