El dinero que viene 20: Dinero digital en China, el e-yuan
El dinero no es ajeno a la transformación digital y cada vez se mueve más en la red y menos en nuestros bolsillos.
Ahora que empezamos a entender cómo funciona el dinero, en analógico y un poco en digital, Ana Comellas cree que estamos preparados para abordar algunos temas de actualidad monetaria, como la creación del yuan digital del Banco Central de China.
Empezó a haber escasez de metal en el siglo VII y ya se había inventado el papel, así que crearon una especie de pagarés. Creo recordar que en Europa tardamos unos cuantos siglos en crear los primeros billetes.
En 2017, el Banco Popular de China empezó a trabajar en su moneda digital, y ya el año pasado empezó con las primeras pruebas. Su objetivo es que en 2022, en los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, se use ya de forma generalizada.
El yuan digital
La primera son las declaraciones que hizo el señor Mu Changchun, subdirector del departamento de pagos del Banco Popular de China y encargado de la emisión del e-yuan: la intención del banco central es que el yuan digital reemplace con el tiempo al efectivo en circulación y que respalde la internacionalización del yuan.
Ya vimos que las monedas digitales de banco central toman muchas de las características de las criptomonedas, pero eliminan otras, como el que no haya un regulador. China elimina otra característica de las cripto, quizá la más interesante: el anonimato.
En las pruebas que se han hecho, más de 100.000 personas se han descargado una aplicación del Banco Popular de China y el Banco les ha asignado pequeñas cantidades para gastar en comercios, incluyendo Starbucks y McDonald’s, y también han podido pagar su cuota del Partido Comunista. Los pagos han sido muy sencillos desde esta aplicación, según cuentan los usuarios. El Banco ha hecho también algunas pruebas de programación del dinero, como por ejemplo, ponerle fecha de caducidad.
¿Fecha de caducidad? ¿Te desaparece parte del dinero de tu cartera?
Es una forma bastante sencilla de incentivar el consumo cuando la gente no se anima, como pasa por ejemplo ahora en España con la incertidumbre y las altas tasas de ahorro que hay. Aquí ya vimos que, para incentivar el consumo o el ahorro, el BCE sube o baja los tipos de interés, pero actúa de manera indirecta.
Ahora imagina que te ponen una multa. En un país donde una parte importante de la población no tiene cuenta bancaria, no se pueden hacer embargos ante el impago de una multa. Pero con este yuan digital personalizado, podría retirarse el importe de la multa directamente. El yuan digital, por muy digital que sea, casi cumple el objetivo contrario que Bitcoin: el dinero no pertenece a las personas, sino al banco central.
Todo el dinero está en un único sitio, la cartera digital, y nada debajo del colchón o perdido en un bolsillo. Parece que la población china también está preocupada, porque la demanda de dinero en efectivo, en yuanes de papel, aumentó un 10% en 2020.
¿Y las medidas de seguridad, falsificación, etc?
Todas, por supuesto. Va a ser imposible que nadie, salvo el Banco Popular de China, cree yuanes digitales. Tampoco va a haber volatilidad, porque China, como vimos que haría Europa, va a sustituir yuanes físicos por yuanes digitales, y como es la misma divisa, el precio del Renminbi respecto al dólar o al euro, va a seguir estando muy controlado por el banco central chino.
Renminbi es el nombre de la divisa, que acuñó el Partido Comunista y significa “la moneda del pueblo”, pero la unidad de cuenta es el “yuan”, que curiosamente tiene su origen en el real de a ocho, la moneda de plata española. Uno dice que algo cuesta 10 yuanes, pero no 10 “renminbis”.