Así funciona esto: ¿Qué es la ley de la oferta y la demanda?
Repasamos en "Así funciona esto" todas las claves económicas con Ana Comellas. Hablamos sobre la ley de la oferta y la demanda.
Hablamos del precio de la electricidad, de la escasez de algunos componentes de microchips, de la falta de oferta de viviendas en alquiler… yo creo que es hora de que sepamos cómo funcionan la oferta y la demanda. Son todo un clásico de la economía y nos ayudan a entender muchos de los mecanismos que hay detrás de medidas como las de la ley de vivienda que estamos conociendo.
La oferta y la demanda se representan con curvas, y visualmente, son más fáciles de entender. Vamos a empezar eligiendo un producto... un plátano. Vamos a montar la curva de demanda del plátano de Canarias. Según vaya bajando el precio, siendo plátanos de la misma calidad, comprarías más y nos invitarías a un tentempié a todos.
La demanda está positivamente relacionada con nuestras preferencias y nuestro poder adquisitivo: cuanto más valor le dé al plátano, a un móvil último modelo, a un coche, a vivir en determinado sitio… y más dinero tenga, más cantidad demandaré de ese bien. Pero tiene una relación inversa con el precio: cuanto más sube el precio de un producto, menos querré comprar. Si sumamos las preferencias de todos por el plátano de Canarias, tendremos la curva de demanda.
El precio depende del coste de todos los factores de producción
Para pensar en el precio que les va a poner a sus plátanos, tiene que tener en cuenta el coste de todos los factores de producción que ha utilizado, y en lo que ha pagado por ellos: lo que le ha costado la tierra, las horas de trabajo, el abono, la maquinaria… todo ese coste lo tiene que dividir entre los plátanos que ha cosechado y ponerle un pequeño margen.
Pues teniendo todo en cuenta, cada plátano me cuesta 50 céntimos y le voy a poner un margen de 10, por si me sube el precio de la luz, por decir algo.
Si ahora sumamos todos los plátanos que están dispuestos a vender a cada precio todos los productores de Canarias, tendríamos la curva de oferta. La curva está positivamente relacionada con el precio: a más precio, más oferta. Ahí, donde se cruzan las rampas, es donde la oferta y la demanda coinciden y se fija un precio y una cantidad de plátanos.
La intervención del mercado
Ese es el equilibrio de mercado. Vamos a ver qué pasa si lo alteramos, pero nos vamos al mercado de viviendas, al de alquiler concretamente. Vamos a simplificar mucho, pero lo que queremos es dejar claros los conceptos, sin entrar en matices.
Ahora en las rampas están propietarios de viviendas por el lado de la oferta e inquilinos en el de la demanda. Pongamos que el equilibrio de un tipo concreto de viviendas está en 800 euros el precio y la cantidad 100 viviendas.
Vamos a establecer ahora un precio obligatorio de 500 euros por esas viviendas, por debajo del precio de mercado. En el ejemplo de las rampas, las paramos antes de llegar al cruce, y tanto comprador como vendedor se quedan por debajo.
A 500 euros, habrá más personas dispuestas a alquilar, pongamos 120, que personas dispuestas a ofrecer una casa, que sólo son 80. Hay un exceso de demanda. Sólo 80 consiguen casa y 40 se quedan sin alquilar, porque no hay más viviendas en el mercado a ese precio. Por eso la economía liberal no recomienda que el Gobierno fije los precios.