En Europa hay cierta costumbre de intentar resolver los problemas con más leyes. Sin embargo, en muchas ocasiones la solución es abrir la mano y reducir la burocracia.
Hace una semana, los gobiernos de Alemania, Francia e Italia mandaron una carta conjunta a la Unión Europea para pedirle que pare la subregulación del sector bancario y facilite la competitividad de las entidades financieras.
No es frecuente que se pongan de acuerdo las tres grandes potencias de la Unión Europea, lo que da idea de la gravedad del problema.
Las familias y las empresas tendrán menos crédito
Lo único que piden es que los bancos europeos tengan las mismas reglas del juego que sus colegas americanos o asiáticos. De lo contrario, los perjudicados van a ser las familias y empresas europeas que tendrán menos crédito.
Emmanuel Macron ha dicho que la Unión Europea puede morir si no toma medidas que hagan más competitivas a las empresas europeas. El ex primer ministro italiano, Enrico Letta, ha sido más gráfico aún, ha llegado a asegurar que si Europa no actúa, acabaremos discutiendo si es mejor ser colonia china o americana.
Está claro que o nos ponemos las pilas, o todos seremos Gibraltar.