Psicología: Dejar a tus padres en una residencia: ¿Cómo abordarlo con el menor sufrimiento posible?
Psicología en la Brújula con María Jesús Álava Reyes. En esta entrega explica cómo abordar el difícil momento de tener que dejar a un padre o una madre en una residencia
Las personas mayores quieren estar en sus casas, pero a veces las circunstancias lo hacen muy difícil. Es una decisión que puede llegar a romper a las familias ¿Cómo se puede abordar bien, con el menor sufrimiento posible?
¿Cuándo llega el momento de tomar la decisión?
Cuando la convivencia es muy difícil y hay un desgaste difícil de soportar, cuando la inversión en cuidadores es excesiva, cuando se necesita una tratamiento o maquinarias que no se puede tener en casa no queda más remedio que acudir a un centro especializado, estos son signos de que ha llegado el momento de tomar la difícil decisión. Si llegas al agotamiento va a ser imposible de mantener la relación.
¿Es más difícil para los padres o para los hijos?
Si la persona mayor conserva sus capacidades intelectuales les puede resultar muy difícil. También depende de las personas porque hay algunas personas mayores muy generosas y entienden la situación. En cualquier caso es una situación muy dura para ellos y hay que buscar apoyo psicológico. Si los hijos son personas sensibles también los pasan muy mal, lo consideran un fracaso o una traición y un sentimiento de culpa. Puede marcar un antes y un después en su vida.
¿Cómo rebajar el sentimiento de culpa?
Nadie tiene derecho a juzgar nuestra situación porque no conocen las circunstancias. Es una decisión tomada en base a un análisis muy objetivo. Sentirnos culpables por no disponer de medios para que la persona mayor siga en casa, solo podemos combatirlo asumiendo nuestras limitaciones y saber que hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos. Si la elección es una residencia se puede elegir la mejor opción posible y seguir siendo parte de su vida, con visitas, cómo podemos hacer que su vida en la residencia sea la mejor posible, que reciba el mejor cuidado, que siga sintiéndose querido, se trata de completar su bienestar a nivel emocional.
Los hijos que quieren profundamente a sus padres temen defraudarles con una decisión muy difícil. Conviene que recuerde que lo que nadie puede darles es su amor, su compañía, su entrega generosa y su amor incondicional. No nos sintamos culpables por lo que no podemos afrontar pero hagamos todo lo posible por llenar de satisfacción y amor a esas personas que tanto nos han querido y cuidado.