La madrugada del 27 de septiembre de 2014 los 43 alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, estado de Guerrero, desaparecieron en el vecino municipio de Iguala cuando viajaban a una protesta contra las autoridades locales.
La primera versión oficial fue que miembros del grupo criminal Guerreros Unidos mataron y quemaron a los estudiantes en el basurero de Cocula. Pero en 2016 investigadores independientes refutaron la teoría del gobierno de que los estudiantes fueron asesinados y quemados en el basurero. Todo fue un montaje elaborado con testimonios obtenidos bajo tortura. De hecho, la mayoría de detenidos por el gobierno de Enrique Peña Nieto han tenido que ser liberados por la flagrante vulneración de derechos.
Ocho años después, el Gobierno mexicano reconoce que lo que les ocurrió a los estudiantes fue un crimen de estado y que todos ellos fueron asesinados, aunque no han encontrado sus cuerpos.
Maria es la madre de unos de los estudiantes desaparecidos y relata la tortura por la que están pasando las familias."Vincularon a nuestros hijos con la delicuencia y hemos demostrado que es mentira, pero pensaron que como somos gente campesina no ibamos a hacer nada"
Ha perdido la esperanza en la justicia y reclama que sigan buscando a su hijo porque, sin pruebas biológicas, "está vivo hasta que se demuestre lo contrario".