EN LA BRÚJULA

Antonio Garamendi sobre la reforma laboral, "si nosotros llegamos a saber que iban a cambiar toda la prioridad de los convenios, no la firmamos"

La entrevista de Rafa Latorre al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.

ondacero.es

Madrid |

El miércoles se vuelve a reunir la mesa de negociación para la reducción de la jornada laboral. Sobre si hay posibilidades de acuerdo, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, considera que "hay prisas políticas y nosotros no tenemos ninguna prisa. Esto se negocia en 4500 mesas. Esto significa abrir en canal absolutamente toda negociación colectiva de todos los sectores y esto hace un daño enorme a los más pequeñitos".

"El Gobierno tiene una falta de sensibilidad hacia todas aquellas empresas que puedan estar con contratación pública", ya que "no solo se presiona con los salarios, sino también con las horas". Afirma Garamendi que "a eso no se le puede llamar diálogo social, iremos a oír".

"Parece que eres muy dialogante, muy demócrata, si dices lo que quieres, en este caso, el Ministerio. Democracia es decir que sí, como hemos dicho muchas veces, y decir que no también cuando toca".

Los acuerdos de Gobierno entre Psoe y Sumar "a nosotros no nos obliga a absolutamente a nada, obligarán a los partidos que lo han firmado". "Nosotros somos sociedad civil al margen de esos acuerdos políticos de Gobierno".

En cuanto a la reforma laboral, "la que firmamos, daba una estabilidad enorme a España, después de tantos años de la gente quejándose, y directamente se la han saltado. Si nosotros llegamos a saber que un año y medio más tarde iban a cambiar toda la prioridad de los convenios, no la firmamos".

Sobre las horas extras, el presidente de la CEOE cree que "esto está dirigido por gente que no ha gestionado una empresa en su vida".

La Seguridad Social reconoce que con los ingresos actuales por cotizaciones sociales se sigue necesitando la aportación de Hacienda. Garamendi afirma que "en estos momentos, la presión de las cotizaciones sociales sobre las empresas es enorme, es muy superior a las cotizaciones en Europa, y a la vez te dicen que tienes que subir los salarios".

"Esto es bastante complicado. Es una derrama como en las comunidades de vecinos, si esto supone más derramas, pues las empresas, especialmente las pequeñas, que son la mayoría, van a tenerlo muy complicado para poder trabajar ordenadamente", afirma.