El cuaderno de Chapu: Charquito de aceite en la moqueta del sanchismo

Traigo las notas del 25 de marzo. Sánchez ha hecho bien en arreglar lo de los camioneros con un buen montón de pasta: sale de los bolsillos de los camioneros, pasa por las arcas del estado y vuelve a los bolsillos de los camioneros de donde saldrá pronto en forma de impuestos. El ciclo de la pasta es como el ciclo del agua en el Serengueti. Montano anda enganchado a una webcam de una charca de África en a la que acuden las gacelas, los legendarios rinocerontes y un elefante que se apoya indolente la trompa en un colmillo. España es esa charca medio seca.

Bien está que el Gobierno haya llegado a un acuerdo con los transportistas, pero faltan los de la plataforma que siguen plataformeando y dicen que "de aquí no se mueve un camión". El paseo de la Castellana, que cruzan de normal ejecutivas junior con finca en Segovia, lo ocupa el camionero que está hecho de asfalto, de dureza y de distancia.

Asisto a toda su mitología descarnada de restaurantes de menú, luces de neón, almanaque de señoras de pechos puntiagudos y baño de caballeros de gasolinera con folio en la puerta en el que dice que ayer limpió Dulceida a las 14:47. En el Ministerio de Transporte los han recibido por la puerta de servicio porque no son Santo Tomás de Aquino y han puesto perdida de aceite la moqueta del sanchismo.

Camioneros locos y ultramontanos que conseguisteis la rebaja del carburante, tocasteis el corazón de España. Si mantenéis el paro, a ver si le vais tocar a otra cosa.