El cuaderno de Chapu: "Parece que va a llover"
Chapu Apaolaza escribe en su cuaderno sobre el cierre de la campaña electoral en Castilla y León y las consecuencias para Mañueco, así como del recurso del PP sobre la votación de la reforma laboral.
Traigo las notas del once de febrero, cierre de Campaña en Castilla y León, esta vez, las encuestas encubiertas de Castilla y León van de comidas. Ya no sé si Mañueco es el lechal la morcilla o si quedará chanfaina naranja y cuántos escaños tendrán la cecina o el torrezno.
El absoluto español es inexpresable. Va de las ruedas de prensa con vacas con margarita al número tres del PSOE por Burgos diciendo que hay que perdonar a los verdugos de ETA. Perdonar a los verdugos de ETA al estilo Delacroix y negociar lo de los presos a la vez que el Gobierno de Navarra.
ETA, ese error. Los letrados del Congreso dicen que Casero votó bien, también dijeron que los dos estados de Alarma que después fueron inconstitucionales estaban bien. Casero se equivocó siete veces porque a quién no le ha pasado esto de equivocarse siete veces seguidas. Batet no quiso enmendar el error y se dio un aire a Forcadell.
Los barones populares han arropado a Fernández Mañueco en el cierre de campaña. Le dan palmetazos en el hombro y le muestran su apoyo y su cariño un poco como cuando un chaval se rompe una pierna y los amigos le firman la escayola. Mañueco es el niño Jesús de Praga con nubarrón y dan ganas de echarle por encima una toquilla. Mañueco mirando al cielo. No sé si se está acordando del día en que convocó las elecciones, consultó los libros sibilinos, los augures vieron palomas volando sobre los pinos desde Portillo a la Pedraja donde mi amigo Aurelio. Y decidió ir a la guerra como un general invencible. Ahora teme que la gente se quede en casa porque haga malo. Parece que el domingo va a llover.